Periódico Plural

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Liliana

María Cristina Feu, bibliotecaria, y Noelia Dávalos, docente de la Escuela N.° 17 Luis José Chorroarín D.E. 6. Como observadora, bibliotecaria y fotógrafa, me sentí muy contenta al ver cómo los alumnos participaban de esta experiencia. Me pareció interesante comentar el accionar de esta docente con sus alumnos, en el espacio del aula y de la biblioteca. Por ello, le pedí que hiciera una síntesis para poder compartirla.

Aprender basándose en experiencias directas es la mejor forma de abordar los contenidos en la escuela. Cada alumno puede modificar o afirmar sus saberes previos, gracias al trabajo en equipo. Las Ciencias Naturales permiten al docente, en compañía de sus alumnos, adquirir herramientas indispensables para su labor dentro del ámbito escolar y también fuera de él.

El proyecto «La materia y los materiales» comenzó con la idea de los alumnos de experimentar en forma directa con diferentes materiales, y no con quedarse únicamente con los contenidos de las lecturas y actividades de los manuales. En grupos, acordamos traer diferentes materiales y trabajar con ellos en el aula. El equipo N.° 1 se dedicó al tema «El agua y los materiales solubles». Mezclaron agua con azúcar, agua con alcohol y agua con aceite.

Gracias a una observación cuidadosa, pudieron diferenciar las mezclas homogéneas de las mezclas heterogéneas. Con este primer conocimiento, el grupo N.º 2 pudo compartir con el resto de la clase un vocabulario específico para denominar los componentes de una solución: soluto y solvente. Mezclaron café instantáneo y agua hirviendo y obtuvieron una nueva mezcla. El grupo N.° 3 se basó en los aprendizajes de las dos experiencias anteriores y, así, pudieron realizar diferentes soluciones incorporando el mismo soluto (sal), en proporciones diferentes, en tres vasos con agua (solvente). Llegaron a la siguiente conclusión: «según la cantidad de soluto disuelta, una solución se clasifica en diluida, concentrada o saturada».

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Por otro lado, los alumnos de 6.° grado compartieron en forma directa los cambios de estado del agua. Fue asombroso observar los nuevos interrogantes que surgían con las experiencias y, también, la participación constante en la realización de cuadros y de mapas conceptuales en los que quedaron registrados todos sus saberes y aprendizajes. Hubo otras propuestas para los alumnos de 7.° grado. Ellos sintieron gran interés en «volcar» sus aprendizajes en experiencias que justificaran sus hipótesis iniciales. Formaron grupos y se repartieron la lista de materiales que ayudaría en sus interpretaciones sobre los contenidos dados por el docente.

Pudieron demostrar que «hay materiales que sufren alteraciones (transformaciones químicas) y otros que no se alteran (transformaciones físicas)». Es decir, los materiales sufren alteraciones físicas, ya que pueden volver a su estado inicial. En cambio, los materiales que no pueden volver a su estado de origen sufren transformaciones químicas. En síntesis, con varias experiencias simples, los alumnos aprenden no solo los contenidos correspondientes a su año lectivo, sino que crece su autonomía, la comunicación en forma verbal y escrita, y se incrementa su participación colectiva.

Tu experiencia docente puede ser singular. Escribinos a plural@buenosaires.gov.ar