Periódico Plural

la tridimension

docentes

Karina Elisa Zenarruza, vicedirectora del JII N.º 1 D.E. 21; la experiencia la realizó como maestra de sección en la Escuela Infantil N.° 5 D.E. 21.

Los niños y niñas del nivel inicial vivencian diferentes situaciones de aprendizaje, en las cuales son protagonistas de variadas experiencias que enriquecen su potencial lúdico, intelectual y artístico. Necesitan transformar la realidad mediante representaciones, y es en esa oportunidad cuando el docente ofrece obras estéticamente valiosas para ayudar al grupo de alumnos a crear su propio gusto estético.

Decidí trabajar en la sala de 5 años poniendo en práctica un proyecto de Plástica para ofrecer a los niños y niñas la posibilidad de disfrutar de los quehaceres plásticos desde el plano tridimensional explorando y reconociendo texturas, colores, formas y espacio. Me propuse estimular la creatividad e imaginación del grupo de clase y, también, procurar que en ellos emergiera la sensibilidad artística. Las actividades puestas en práctica favorecieron el intercambio de apreciaciones y opiniones que llevaron a la reflexión del proceso construido a partir de la puesta en marcha del proyecto.

Comenzamos realizando una visita didáctica: fuimos al Museo de Bellas Artes Quinquela Martín, allí recorrimos el sector donde estaban los mascarones de proa. Les expliqué qué eran, ya que recibí la capacitación –junto con otras docentes– de la comisión de «Arte y el jardín de infantes» de la DEI. Por un lado, recibimos el asesoramiento literario de la profesora Beatriz Ortiz, quien nos contó la historia de los mascarones de proa en los barcos (‘objetos artísticos y representantes de historias de naufragios y despedidas’) y la función que cumplían; y por otro lado, la forma de trabajar la tridimensión con la técnica de cartapesta, técnica que pudo articularse con lo literario. Si bien los mascarones fueron muy significativos para el grupo, trasladé la forma, el volumen y los colores, entre otros contenidos, al proyecto de Literatura para trabajar en el aula, dándoles vida a los personajes del poema-canción «La vaca estudiosa», de María Elena Walsh.

la tridimension

Para la producción tridimensional, ofrecí diferentes materiales y herramientas, principalmente elementos descartables (botellas o envases plásticos). Las actividades se desarrollaron durante la segunda parte del año y fueron secuenciadas. Trabajaron en pequeños grupos. Cada grupo armó su personaje y le fue dando vida, con el acompañamiento docente y utilizando cartapesta. La técnica consiste en pegar aproximadamente cinco capas de papel de diario, una sobre la otra, con engrudo. Luego se prepara la masa de papel maché con trozos pequeños de papel higiénico –remojado en agua–, después se escurre y se coloca en un recipiente al que se le agrega engrudo y tiza molida. Así se forma una pasta que permite modelar lo que se desee.

Luego de que terminaron de armar los personajes –se los dejó secar durante una semana–, los pintaron con témpera y los barnizaron. Como cierre del proyecto, se invitó a las familias para socializar el trabajo realizado, y se relacionó la lectura del poema con los personajes creados. La evaluación del trabajo fue durante el proceso mismo del proyecto. Fue, como dice el título, «una experiencia enriquecedora».

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