Los gigantes en la novela caballeresca española

Los gigantes son un tema común en las novelas de caballería. Tirant lo Blanc, considerada por los críticos como una de las más realistas de estas obras, describe al adversario de Tirante, como un gigante en vías de formación. El Amadís de Gaula, por su parte, la más famosa de las novelas caballerescas españolas, aparecida hacia 1508 en Sevilla, presenta a los gigantes convertidos en personajes centrales. El caballero protagonista vence al rey de Irlanda, el gigante Abies, y puede casarse con su amada Oriana, pero vence también al gigante Madamán, el envidioso; a Lindoraque, el gigante de la montaña defendida, y al Endriago, hijo del gigante Bandaguido y el enorme Ardán Canileo, rey gigantesco "que apenas fallava cavallo que lo traer pudiesse".

No debe extrañar, pues, que Cervantes incluyera la burla de este tema en su Quijote. Por eso, la imaginación desmedida del demente caballero de la Mancha confunde los molinos de viento con "treinta o pocos más desaforados gigantes [...] de brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas..." (Quijote VIII).