En Argentina, el consumo medio a nivel nacional real es del orden de los 180 litros/habitante/día, superando el promedio recomendado por la OMS. Sin embargo, existen al interior de nuestro país grandes diferencias regionales respecto del acceso a agua potable. Hay provincias argentinas que sufren la escasez de este recurso tan preciado. En consecuencia, se generan problemas de salud por deshidratación o por falta de alimentos, merced del deterioro y destrucción de los ecosistemas.
La Ciudad de Buenos Aires, por el contrario, es una ciudad privilegiada a la hora de hablar de saneamiento y consumo de agua. Aproximadamente, el 99% de su población cuenta con servicio de abastecimiento del agua potable, proviniendo ésta en su mayoría del Río de la Plata. La empresa AySA es la encargada de potabilizar esta agua para luego distribuirla a la Ciudad y su Área Metropolitana (AMBA). Este proceso implica el uso de grandes cantidades de energía, tiempo y dinero.