En el ámbito doméstico se generan residuos que pueden tener alguna característica de peligrosidad una vez desechados con la basura domiciliaria. Sin embargo, por ser generados en los hogares no están alcanzados por las normativas de residuos peligrosos y deben ser gestionados de manera diferenciada del resto de los residuos sólidos urbanos.
El carácter de peligrosidad para la salud o el ambiente reside en que muchos de estos residuos tienen un alto potencial contaminante, pueden ser explosivos o inflamables, reaccionar al contacto con el agua o el aire y provocar intoxicaciones agudas o crónicas. Entre los productos que habitualmente se utilizan en los hogares y pueden ser considerados residuos especiales domiciliarios, o residuos especiales de generación universal, se pueden señalar:
Este tipo de residuos requiere una gestión apropiada y su separación de la corriente general de los residuos sólidos urbanos destinados a rellenos sanitarios. Para ello, la Agencia de Protección Ambiental se encuentra diseñando planes tendientes a desarrollar vías selectivas de transporte, almacenamiento y disposición final ambientalmente segura.
El compromiso ciudadano sobre el manejo de residuos especiales generados en el hogar es de vital importancia para acompañar los planes de gestión en desarrollo y para minimizar el impacto de aquellos desechos que aún no cuentan con un sistema de tratamiento en funcionamiento. Para ello se han elaborado una serie de recomendaciones que los vecinos pueden adoptar para algunos de estos residuos.
Para más información sobre el tipo de pilas existentes consultar el portal web de la Agencia de Protección Ambiental
Aparatos eléctricos y electrónicos (AEEs) en desuso
Estos equipos contienen en sus placas y circuitos materiales que, una vez desechados, resultan contaminantes, si no son tratados adecuadamente. Por ello es imprescindible no descartarlos con la basura doméstica. Asimismo, muchas veces los aparatos eléctricos y electrónicos en desuso pueden repararse y reutilizarse o, en caso de no ser posible, recuperar sus materias primas. Por ese motivo se recomienda:
La necesidad de racionalizar el consumo de energía eléctrica ha convertido a las lámparas de bajo consumo en la mejor opción en materia de iluminación de interiores. Con ellas se puede ahorrar hasta un 80% respecto del consumo de una lámpara incandescente de igual potencia lumínica. Sin embargo, estas lámparas tienen componentes como el mercurio que hacen que deban ser gestionadas como residuos especiales domiciliarios. Por ese motivo, actualmente se encuentran en proceso de estudio y evaluación distintas opciones para su gestión diferenciada.
La principal medida para reducir el impacto de este tipo de residuos es minimizar su generación. Para ello es importante tener en cuenta factores tales como:
Los aceites vegetales usados (AVUs) son residuos que provienen en su mayoría de frituras de alimentos, tanto de hogares como de locales gastronómicos. La consideración de los AVUs como residuos especiales de generación universal reside en que tienen un alto impacto ambiental en caso de ser desechados en los cursos de agua. Esto se debe al deterioro de la vida acuática que produce su derrame, por la formación de una capa de aceite en la superficie que impide el intercambio de oxígeno. Asimismo, su capacidad de obstrucción de cañerías y conductos cloacales, y el riesgo de intoxicación que implica su reutilización con fines alimentarios, hace necesaria una gestión diferenciada de este tipo de residuos.
Actualmente la Agencia de Protección Ambiental se encuentra en proceso de implementación de un sistema de recolección diferenciada de estos residuos para su posterior procesamiento, reciclado y transformación en biodiesel.
No obstante, hasta tanto dicho sistema se encuentre disponible para uso de los vecinos, es importante tomar algunas medidas en los hogares como: