¿Qué es el Cibercrimen?
El cibercrimen como medio de explotación sexual infantil se refiere a la utilización de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para cometer delitos de explotación sexual contra niñas, niños y adolescentes.
Es importante estar atento a estos signos y actuar de inmediato si se sospecha que una niña, niño o adolescente está siendo víctima de cibercrimen. Escuchar y creer a la víctima, no culparla, informar a un adulto de confianza o a las autoridades, bloquear o reportar a los agresores en línea y buscar apoyo profesional para la víctima son pasos clave para protegerlos.
Fases de captación
1. Selección de la víctima: los agresores identifican a sus víctimas potenciales en línea, a menudo a través de redes sociales, foros o juegos en línea.
2. Ganando confianza: los agresores establecen una relación con la víctima, ganando su confianza y estableciendo una conexión emocional.
3. Exploración y manipulación: los agresores recopilan información personal y sensible sobre la víctima y la manipulan para obtener contenido explícito o realizar actos sexuales en línea.
4. Explotación: los agresores utilizan el contenido explícito o la relación para extorsionar, chantajear o explotar sexualmente a la víctima.
5. Distribución y comercialización: los agresores pueden distribuir y comercializar el contenido explícito en la dark web o mediante redes de intercambio de archivo.
Indicadores de que una niña, niño o adolescente atraviesa esta problemática
- Cambios en el comportamiento como retirada social, irritabilidad, ansiedad o depresión.
- Uso excesivo o secreto de dispositivos electrónicos, especialmente en sitios web o aplicaciones de mensajería, y pueden enviar o recibir imágenes o videos inapropiados.
- Pueden recibir mensajes o comentarios inapropiados de desconocidos o personas mayores, y pueden pedir dinero o regalos para alguien en línea.
- Mostrar secretismo al respecto de su actividad en línea, eliminar historiales o evitar actividades sociales o familiares.