Misión

Dirección General de Promoción del Libro, las Bibliotecas y la Cultura

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Breve historia

Cuando la organización nacional era todavía un proyecto, por parte del naciente Municipio de Buenos Aires se manifiesta de manera no reglamentada la voluntad de formar un Archivo-Biblioteca.

Podemos afirmar entonces con breves antecedentes que las Bibliotecas Municipales tienen su acta de nacimiento el día 12 de mayo de 1856. Si bien esta fecha propende a la formación de un Archivo General de la Municipalidad, es innegable que es este el punto de partida que delinearía el futuro con más precisión sobre la creación de las Bibliotecas Públicas Municipales.

Tras pasar varias décadas de avances y retrocesos el 29 de diciembre de 1921 una ordenanza municipal determinaba la instalación de armarios o escaparates en plazas públicas y parques de la Capital, conteniendo un selecto número libros de los que podían hacer uso los concurrentes.

Luego de esta experiencia y de varios proyectos presentados, el 16 de junio de 1926 se procede a la instalación de Bibliotecas Municipales Públicas a título de ensayo para comprobar los resultados emergentes. El 25 de junio del mismo año fue sancionada la Ordenanza Nº 1656, reglamentando el funcionamiento de estas casas de lectura y creando una Comisión Honoraria de cinco miembros, integrada por personalidades notables de la literatura y de las artes.

Así, en 1927 tuvo su inauguración la primera Biblioteca Municipal Pública, denominada Miguel Cané, y con el correr del tiempo se fueron instalando en distintos barrios de la Ciudad otros centros de lectura.

El 31 de octubre de 1944 la que hasta entonces había sido la Comisión Honoraria de Bibliotecas Públicas Municipales se convierte en Dirección de Bibliotecas Públicas Municipales por Decreto Nº 4792.

La nueva delegación tenía a su cargo la organización, dirección y funcionamiento de los centros ya existentes, la administración de los fondos asignados para su mantenimiento y el contralor de las casas que recibiesen subsidios y otros beneficios por parte de la Comuna.

Otro aspecto de interés fue la capacitación del personal que prestaba el servicio, no sólo de orden técnico sino en la orientación al lector.

Los cursos de capacitación trataban materias de fundamental importancia como: Clasificación decimal universal, Lectura técnica del libro, Catálogo sistemático, Fichas guía.

Por otra parte, se aceleraba la preparación de un catálogo de fichas general centralizado.

Los múltiples cambios originados a lo largo de medio siglo nos conducen a la transformación de su denominación a Dirección General del Libro, Bibliotecas y Promoción de la Lectura por Decreto 175-2011.

Su misión:

  • Garantizar el acceso igualitario a todo tipo de datos, información y conocimientos.
  • Fomentar la promoción de la lectura a través de actividades de difusión cultural en forma libre y gratuita.