Escritora vanguardista, mecenas, pionera, traductora, editora, viajera, feminista.
Nació en 1890 con el deseo de ser actriz pero, por mandato familiar, tuvo que cambiar de rumbo. Se interesó, desde su juventud, en el mundo de las letras y en su primer artículo titulado “Babel” publicado en el diario La Nación escribió sobre la Divina Comedia de Dante Alighieri y sobre las desigualdades entre las personas. Victoria Ocampo, aprendió francés, inglés y español, y viajo desde muy chica. La mixtura cultural que la (trans)formó en sus viajes, no solo le permitió entrar en contacto con referentes intelectuales de diferentes partes del mundo, sino que la constituyó a ella como una de las voces más escuchadas y respetadas.
Su ópera prima, De Francesca a Beatrice (1924), marcó el comienzo de una trayectoria literaria donde se iba a reflejar su involucramiento con el movimiento feminista. Esto se acrecentó en marzo de 1936 cuando, junto a sus dos amigas María Rosa Oliver y Susana Larguía, fundaron la Unión Argentina de Mujeres (UAM).
“Mi única ambición es llegar a escribir un día más o menos bien, más o menos mal, pero como una mujer.”
Su principal motivación, desde la UAM, era posicionarse en contra de una posible reforma del código civil que buscaba que ninguna mujer casada pueda aceptar trabajos ni realizar alguna profesión sin autorización legal del marido. Ella misma contaba que “esta reforma regresiva del código (...) fue combatida por unas cuantas mujeres, yo entre ellas, con todo ardor. Conseguimos anularla. Siempre he seguido protestando contra la infame ley de la patria potestad, pese a que no tengo hijos.” En 1975, cuatro años antes de su muerte, escribió “aunque se exalta continuamente a la ‘madre’, no se le concede la patria potestad. Nos tratan pues, como a un plantel de vacas más o menos sagradas.”
Victoria Ocampo fue la primera mujer en ocupar un lugar en la Academia Argentina de Letras.
Convencida por sus amigos escritores Waldo Frank, José Ortega y Gasset y Eduardo Mallea, Victoria Ocampo creó la mítica revista Sur que, en poco tiempo, se transformó en uno de los medios de mayor influencia del país en el ámbito literario por visibilizar tanto a artistas nacionales como internacionales. En la revista colaboraron muchos escritores como Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Ernesto Sábato y Julio Cortázar. Dos años después, el movimiento cultural que tuvo la revista desprendió la necesidad de crear la editorial Sur con el objetivo de profundizar en la divulgación de la literatura extranjera más relevante de la época. Desde su revista y su editorial, Victoria Ocampo, defendió y escribió por la amplitud de los derechos de las mujeres.