Esta intervención aborda la puesta en valor de la fachada de un edificio único, ubicado en el Casco Histórico de Buenos Aires. Este inmueble es reconocido por las dos cúpulas que lo rematan y por los ocho atlantes que sostienen desde el segundo piso el peso de toda la construcción. Cada uno de ellos representa los oficios relacionados con ella: herrero, carpintero, albañil, forjador, aparejador, escultor y, en la ochava, el jefe de obras y autor, el arquitecto Rönnow. El edificio está decorado con más de 600 esculturas de cóndores, osos, loros, pingüinos, lechuzas, búhos, sapos, mulitas, cobras, víboras, yaguaretés, abejas y panales, libélulas y el primer emperador chino de la dinastía Yuan, entre otras.