“Disrupciones” como sugiere su título, se enfocó en intervenir un paisaje urbano posibilitando que el espectador interactuara y sea confrontado con obras fuera del espacio de exhibición más tradicional. El arte en este espacio abierto pudo transformarse en una herramienta para enfrentar, interactuar y cuestionar un entorno potencialmente diferente. “Disrupciones” también implicó necesariamente un compromiso con lo desconocido y una ruptura del statu quo.
La artista argentina, pionera del arte conceptual, Marie Orensanz, conocida por sus incursiones experimentales en la filosofía, las matemáticas y la geometría, presentó “Invisible” (2018), una estructura de hierro de tres metros de altura con forma de ojo de cerradura, a través de la cual los espectadores podían pasar. Esta tiene la palabra “invisible” perforada en su arco superior, sólo evidente para aquellos de pie directamente bajo ella.
Durante más de dos décadas, la obra de Graciela Hasper se ha definido a través de colores audaces acentuados por potentes formas geométricas. En su instalación “Intemperie” (2019), Hasper tradujo esta estética en una serie de cubos de aluminio pintados que están simultáneamente cerrados y expuestos donde el espectador pudo caminar a través de cada estructura y dentro de cada una.
La interacción física también es clave en “Derrame” (2019) de Marcela Sinclair una instalación que deconstruye y reimagina “Miami Mountain” (2016) de Ugo Rondinone**, una de las ahora icónicas esculturas permanentes de Collins Park. Compuesta por miles de piedras de colores pintadas para que coincidan con las tonalidades de “Miami Mountain” que estuvieron diseminadas por los terrenos del parque, “Derrame” invitó al público a participar en la obra, moviendo las piedras y creando sus propias esculturas individuales.
En su obra “The Source” (2019), Agustina Woodgate reconoce al agua como un componente fundamental del cuerpo humano y de la tierra, y examina cuando su pureza es puesta en peligro por la contaminación, el bloqueo del acceso, las respuestas fallidas ante desastres naturales y otras catástrofes, y el impacto que esto puede tener. Esta fuente de agua potable superficial funcional está situada dentro de una fachada de roca de coral y cuenta con un sistema expuesto de tubos que se conectan, como un rompecabezas, a cuatro secciones que contienen varias fuentes.
