La colección de cestería del MAP
Las piezas de cestería que componen el patrimonio del museo ingresaron hacia 1980. Contamos con más de cincuenta piezas representativas de las regiones de Río Hondo (Santiago del Estero), Copacabana, Unquillo y Quilino (Córdoba), y de las provincias de Catamarca, Misiones, Corrientes y Mendoza.
La colección del MAP se constituyó mayoritariamente con compras oficiales. La más importante fue la adquisición de los fondos museológicos del coleccionista Carlos Daws en 1949, conformada especialmente por artesanías en cuero, plata y textiles. En 1980 se creó el CEMPAR (Centro de Promoción Artesanal), que funcionó en la sede de la institución como mercado de artesanías. Se adquirieron así, piezas en localidades indígenas y criollas del interior del país y en mercados artesanales provinciales. Asimismo, se organizaban exposiciones y demostraciones de artesanos. En 1990 el programa pasó a llamarse CEPAR y en 1995 dejó de funcionar. Muchas de estas piezas pasaron a formar parte de la colección del museo, tal es el caso de las obras de cestería.
Desde el año 2005 y en 5 oportunidades el MAP organizó junto a la Comisión para la Preservación del Patrimonio de la ciudad de Buenos Aires la Bienal de Artesanías de Buenos Aires. Separada por rubros, cada primer premio resultaba en una adquisición y pasaba a formar parte de la colección. Este concurso de artesanías contemporáneas no contaba con la especialidad específica de cestería. De hecho, en la última convocatoria, la artesana urbana Matilde García fue mencionada con dos cestos con tapa de pinocha en el rubro Otros materiales.
En el MAP hay obras de cestería tradicionales y contemporáneas, criollas y representativas de los pueblos originarios qom, selk'nam y ava-guaraní. Los objetos son cestos, canastas, tipas, paneras, canasta de paja, paja de trigo, poleo, junquillo, con vellón, con plumas y flores naturales.
Se destacan, entre otras, tres obras de la región de la Laguna de Guanacache, que siguen la tradición huarpe en la actual provincia de Mendoza. Trabajan con junquillo, y decoran con lana de oveja teñida, esos hermosos vellones que hacen que sus obras sean únicas en Argentina. Algunas de ellas pertenecen a Laura Romero, una maestra artesana referente del lugar y reconocida en el país.
Otra obra digna de mencionarse es aquella perteneciente a la cestería Selk'nam, de Río Grande, Tierra del Fuego. Se trata de un Tai (cesto) realizado en Mapi (Junco) tejido en espiral. Las obras están realizadas por el artesano Rubén Darío Maldonado quien en una nota realiza una reflexión extrapolable a otros pueblos: “Cuando se refieren a que murió la última o el último representante de esta etnia están errados en el concepto; deberían decir -la última o el último que murió-, porque mientras una gota de sangre selknam siga corriendo por nuestras venas, permanecerá viva esta estirpe fueguina”.
De la provincia de Córdoba, contamos con canastos, una tipa y una muestra de cestería de las localidades de Quilino y Copacabana (ambas al noroeste del país) y de Unquillo (zona central). En Quilino se trabaja con la paja del trigo, se conjuga con las reminiscencias indígenas que lo decoran con plumas de gallina, pavo y chala de maíz teñidas, tal como puede apreciarse en las obras que tenemos en el MAP, decoradas con flores regionales. Tanto este pueblo como el de Copacabana guardan tradición en el tipo de material y en las técnicas de cestería que se aprenden de muy niños y se transmiten de generación en generación.
En Copacabana el pueblo entero realiza cestería, en este caso en palma de caranday. “No hay nadie que no sepa cómo trabajar la palma Caranday. Desde canastos hasta escobas, la gente de Copacabana con apenas unos 300 habitantes, en esta comuna de artesanos y artesanas campesinos, admite llevar el tejido en sus manos desde antes de nacer. El proceso de recolección, preparación y tejido lleva su tiempo. En cada casa, existen tendales donde se cuelgan las hojas y permanecen allí unos cuantos días para secarse. Durante el invierno, el secado puede tardar hasta unos veinte días.”
La colección cuenta también con cestería mbya guaraní. de la provincia de Misiones. La producción cestera es la más tradicional y emblemática en el arte de este pueblo. Se destaca entre las obras una pantalla que está realizada con una técnica guaraní que usa la palma entera en un trabajo sumamente delicado. El color que presenta el motivo de la flor es atípico.
Dos canastos cargueros y un cesto bombo tienen la información: Comunidad Indígena Caainguá. Los Guaraní de Misiones han sido y continúan siendo denominados Kainguá, término que provoca confusión puesto que se trata de un calificativo y no de una denominación tribal. El término Kaingá significa monteses y fue aplicado a ·los grupos Guaraní que se resistieron al proceso de catequización jesuítica. Los canastos son de tipo cestos bombo, tejidos y trenzados en esterilla o rejilla, en colores naturales marrones.
Entre el pueblo qom destacamos una obra que entrecruza los saberes y tradiciones de dos culturas artesanas. Se trata de una cartera realizada con palma y en el interior con textil de chaguar propiedad del pueblo wichí.
Termas de Rio Hondo es otra región con profunda tradición cestera. Sede de la Fiesta del Canasto, encontramos una artesanía milenaria, que se transmite de generación en generación. Se elabora con palma y junquillo y se borda con chala teñida. Se caracteriza por el uso del color con sello propio, ‘bien santiagueño’. La región de Río Hondo tiene cesteros muy importantes como Dionisia Juárez, de quien tenemos el honor de tener obras, Luis Medina, Rosa Carrizo, Adriana Villalba. Dionisia Juarez es una de las cesteras más antiguas en la Fiesta del Canasto. Con tan sólo 5 años empezó a tejer, observando a su madre, la cual trabajaba en ese entonces con "espina de Quimil y con la alesna (de Lezna, herramienta especial para tejer)": “Soy cestera de hace cuarenta años, ya era de antes. Cuarenta años que estamos en el Festival (del Canasto)”. El MAP tiene en su colección un gran cesto (bombo) en colores naturales y marrón, con formato cilíndrico, con tapa y manija; tejidos, trenzados, decoración con grecas (85 x 55 x 35 cm). Contamos además con otras destacadas piezas, canastas de paja de distintos tamaños y colores, paneras, un centro de mesa, un canasto bombo y una bomba de paja trenzada.
El museo cuenta además con una obra que no tiene información pero el material lo identificamos como poleo, por lo que presumiblemente sea de Salta, de la zona diaguita calchaquí; canastos de mimbre de procedencia litoraleña; dos tipas catamarqueñas en mal estado lamentablemente, unos canastos de mimbre. También es parte del acervo una canasta de paja de procedencia boliviana, única obra de otro país, de destacada manufactura y en buen estado de conservación.
Desde el MAP consideramos que esas obras remiten a la historia, cosmovisión, simbología y saber hacer de los pueblos. Las creaciones artesanales deben ser valoradas y expuestas como patrimonio cultural, y como tales, formar parte de espacios legitimadores. Debemos los museos ser capaces de generar políticas públicas que por un lado trabajen en la legitimación de estos objetos como patrimonio de nuestro país y con las artesanas y artesanos como creadores culturales, y que además, propicien la formación de públicos sensibles e imbuidos en la capacidad creadora artística y artesanal de nuestros pueblos.
Fuentes
Informes del Instituto Nacional de Antropología. (1974) Relevamiento cultural de la Provincia de Misiones. Nro 1. Buenos Aires, Argentina.
https://archivo.laprensaaustral.cl/
https://latinta.com.ar/2019/08/copacabana-el-camino-de-la-palma-caranday/
https://radiopueblocomunitaria.blogspot.com/2020/01