Como cada año, este lunes se llevó a cabo la limpieza y el mantenimiento de la Araña del Teatro Colón, la enorme y bellísima luminaria de la Sala Principal.
Quienes participan de las visitas guiadas, como así también el personal del Teatro, fueron testigos de uno de los espectáculos más originales que nuestro primer coliseo puede ofrecer.
La Araña pesa 1300 kilos.
Bajo la atenta mirada de la Directora General del Teatro Colón, María Victoria Alcaraz, el Ministro de Cultura Porteño, Enrique Avogadro y la coordinación del Director Técnico-Operativo, Fabián Chinetti, la tarea comenzó a las ocho y media de la mañana y concluyó con el ascenso de la araña cerca de las tres de la tarde.
“Es una ceremonia que la vivimos con mucho cuidado y respeto. El teatro permite con su magia y creatividad sentir un momento compartido y estar tan cerca de su mística que es la mejor de todo el planeta”, remarcó Alcaraz.
Por su parte, Avogadro destacó que “Este teatro fue elegido el mejor teatro del mundo, y eso habla de un patrimonio material. Es una araña de fines del siglo XIX, que hay que cuidar con el mismo detalle con el que fue construida. Para todos es un momento muy particular, viene gente de otras áreas a verlo porque todos tenemos la sensación de estar viviendo algo muy lindo”.
Desciende casi treinta metros para que sea posible su limpieza, reparación y el recambio de lámparas del total de 571 que posee repartidas en sus doce tulipas.
Durante el operativo, la Araña desciende casi treinta metros para que sea posible su limpieza, reparación y esencialmente el recambio de lámparas del total de 571 que posee repartidas en sus doce tulipas. Incluye también el retiro de todas las lámparas, la limpieza de las tulipas y de las partes metálicas con la utilización de paños especiales, la colocación de lámparas nuevas y todas las reparaciones que resulten necesarias.
Finalmente, se realiza la prueba de encendido, apagado, enfriado y vuelta a encender, para verificar que todo esté en orden antes del ascenso final.
La araña del Teatro Colón es original del momento de su inauguración; fue construida en Europa a fines del siglo XIX por los hermanos Esteban y Luis Azaretto. Pesa 1300 kilos y tiene dos partes: una fija -amurada al techo- de siete metros y medio de diámetro y otra desplazable, de cinco metros y medio de diámetro y casi cuatro de alto, que constituye su plafón central.
Fue construida en Europa a fines del siglo XIX por los hermanos Esteban y Luis Azaretto.