Auditorio
Fue construido siguiendo como modelo el extraordinario auditorio de la Berlage, en Amsterdam. Tiene capacidad para 1200 espectadores y ocupa en total 5.500 m², con un espacio extenso para el escenario (ancho de fondo 13,10 m; ancho de boca 19,59 m y profundidad 14,62 m). Por su excepcional acústica, garantiza un óptimo nivel sonoro desde cualquiera de sus tres niveles: palcos, pullmans y bandejas laterales. Posee también un escenario móvil, un reflector acústico suspendido sobre el escenario y una sala de control. Ofrece dieciocho accesos desde el Foyer, el Salón Mayor, Zigurat tras escenario y anexo sobre calle interna; y tiene espacios de circulación diferenciadas para músicos, ingreso de instrumentos y acceso del público en general.
Sala de Cámara
Espacio para conciertos, con 280 butacas. Está estructurado edilicia y tecnológicamente para ofrecer una excelente apreciación acústica de la música. En su construcción, se removieron completamente las cubiertas metálicas y se retiraron, reforzaron y reubicaron las cerchas metálicas del edificio original. Se dotó así a la sala de una nueva cubierta que asegura su insonorización.
Salón Mayor
Espacio amplio y flexible, óptimo para la realización de múltiples eventos. Durante la intervención del segundo cuerpo del edificio original, se aprovecharon los soportes de hormigón que sostenían las turbinas para instalar en la planta baja una sala de muestras y destinar la amplia superficie de la planta alta a múltiples actividades artísticas. Destaca el puente grúa original de la Ítalo Argentina, que hoy sigue funcionando. Sus fachadas internas están revestidas en piedra París y el basamento es de granito. En el piso, en coincidencia con los huecos entre los pórticos del piso inferior, hay solados de ladrillos de vidrio a fin de entregar luz cenital a la sala de exposiciones.
Foyer
Es el espacio central del edificio y conforma un gran local distribuidor entre el Auditorio, la Sala de Cámara, la calle interna y conecta este cuerpo con la Nave Mayor. Cuenta con intervenciones murales de Diego Mur y Luis Rodriguez que dialogan en una composición de formas y colores para brindar una sensación de armonía visual y sonora en el área dedicada a la música y las artes escénicas. “Opus Azul” (Mur) es, en palabras del curador Santiago Bengolea, “una sinfonía que brinda por una superficie donde el recorrido se vuelve un laberinto”, y que actúan como “preludio a lo que suena del lado de adentro del auditorio”. “Kanon altísima” (Rodríguez) genera topografías y sugiere caminos. Es “como un Ensamble Musical, donde la voz y los instrumentos transmiten una interpretación propia”.
Sala Laberinto
Es el espacio de las artes visuales dentro del edificio. Allí, se desarrollan las muestras de arte que forman parte de la programación de la Usina. Han pasado reconocidos artistas como: Henri Cartier-Bresson, David LaChapelle, Guerrilla Girls, Studio Harcourt, Gabriel Rocca, Coleccion Pirelli, Costhanzo, Delia Cancela, Liliana Maresca, Flavia Da Rin, entre otros.
Patio Central
Punto de acceso principal del complejo desde la esquina de Agustín R. Caffarena y Pedro de Mendoza. El suelo conserva su adoquinado y vías férreas originales. Al ingresar se pueden apreciar la torre principal con su reloj, el tanque cisterna original y las fachadas restauradas.
iUpiiiii
En las vacaciones de invierno de 2019, la Usina inauguró iUpiiiii, el primer Espacio Cultural para la Primera Infancia de la Ciudad. Está diseñado para bebés de 0 a 3 años, y fue pensado por profesionales especializados en esta etapa. Es un lugar con estaciones y actividades que potencian y estimulan la curiosidad, la sorpresa, la sensorialidad y el juego. Cuenta con un lugar de guardado para cochecitos, un lactario, baños especiales y cambiadores, y una sala contigua con más actividades y talleres especiales para bebés de 0 a 3 años.
La Plaza de la Usina
Este espacio al aire libre se emplaza en el Distrito de las Artes y queda frente a la Usina del Arte, en Pedro de Mendoza 561, esquina Agustín Caffarena. Es óptimo para la realización de múltiples eventos ya que cuenta con un escenario para espectáculos en vivo y 2300 metros cuadrados de parque, con bancos fijos para que el público pueda sentarse. Fue recuperado y puesto en valor por el Gobierno de la Ciudad, e inaugurado en 2017 para los 10 años del Festival Ciudad Emergente. Desde entonces, se convirtió en el sitio donde los vecinos pueden disfrutar de un show bajo el sol o cuando cae la noche.