La Dirección General de Políticas Sociales en Adicciones del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat e Intercambios Asociación Civil realizaron un estudio que reflejó la práctica y la frecuencia de consumo de sustancias psicoactivas y sus variaciones durante la cuarentena, su antes y después.
El estudio se realizó en mayor medida sobre una población de entre 18 y 40 años de la Ciudad de Buenos Aires, y en menor medida, sobre otros núcleos urbanos del país. Es preciso aclarar que la información que permite caracterizar el perfil sociodemográfico de los participantes proviene de los datos que aporta la propia red y pueden no ser del todo precisos.
El estudio cuanti-cualitativo se basó en dos estrategias de recolección de datos, con muestras no probabilísticas. Por una parte, se realizó un seguimiento de tres mediciones (mayo, junio y julio/agosto), a las que respondieron 66, 42 y 33 personas respectivamente mediante un cuestionario online. La segunda estrategia consistió en la recolección de datos a partir de las cuentas de Instagram de seguidores (que se autodefinen como usuarios y usuarias de sustancias psicoactivas en forma recreativa) del “Programa PAF” de la Intercambios Asociación Civil, obteniéndose entre 1200 y 2200 respuestas según el punto de medición (en abril, mayo, junio, julio y agosto); de cada una de las cuentas participantes se obtuvo una única participación a través de una encuesta.
Entre las prácticas de cuidado más frecuentes se reportaron la planificación del consumo, la ingesta de agua y la alimentación previa al consumo. La búsqueda de información arrojó valores sustancialmente más bajos.
Entre los principales resultados se destaca que los participantes respondieron que su consumo de sustancias disminuyó o no varió durante la cuarentena, en parte por el cierre de los espacios de ocio donde ocurren la mayoría de los consumos recreativos y por el autocontrol del consumo en el ámbito privado.
Las sustancias más reportadas son el alcohol, la marihuana y el tabaco; con su ingesta -dicen los usuarios- se busca el relajamiento o reducir la ansiedad provocada por el aislamiento. No obstante, en la declaración de consumo se exhibe que ha aumentado el consumo de alcohol y marihuana y disminuido el de estimulantes y drogas psicodélicas. En términos generales, la marihuana es la sustancia más consumida durante todo el periodo de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.
Entre las prácticas de cuidado más frecuentes se reportaron la planificación del consumo, la ingesta de agua (en el caso del consumo de alcohol) y la alimentación previa al consumo. La búsqueda de información arrojó valores sustancialmente más bajos.
El estudio concluyó que un porcentaje cercano al 65% de los encuestados realizó prácticas de consumo controladas, que disminuyen los riesgos inherentes a la ingesta de sustancias psicoactivas. Este es un escenario que se viene constatando y consolidando con la aplicación de estrategias de reducción de riesgos y daños.