Cada 22 de abril el mundo celebra el Día Internacional de la Tierra, una fecha destinada a rendir tributo a los ecosistemas y seres vivos que conviven con la especie humana en este hogar común. El año 2021 nos encuentra en medio de una pandemia que vuelve a brindarle un valor especial a esta jornada en particular.
«Restaurar nuestra Tierra», premisa establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la celebración de este año, fija la atención en la necesidad de «hacer las paces» con nuestro planeta.
El cambio climático, los incendios, la pérdida de biodiversidad y la contaminación son algunas de las situaciones generadas por el humano que nos hace replantear cómo es nuestra relación con la naturaleza. En un contexto difícil de alerta permanente impuesto por el COVID-19 y la crisis sanitaria que ocasiona, tenemos la responsabilidad de alentar el cambio de rumbo.
Es necesario virar hacia un modelo económico más sostenible, donde los sistemas de consumo y producción se acomoden a la realidad ambiental, para evitar la explotación desmedida de recursos.
Estamos a tiempo de promover acciones colectivas e individuales que contribuyan a reparar de alguna manera el daño que ocasionamos a la Madre Tierra, con el fin de restablecer el vínculo con nuestro entorno a partir de valores de respeto y compromiso. Este día nos invita a reflexionar sobre el rol de la sociedad en el equilibrio ambiental, fundamental para construir un ambiente saludable y sostenible para las generaciones futuras.
Este día se celebra desde 1970 a partir de la propuesta del político demócrata estadounidense Gaylord Nelson.
En este marco, Escuelas Verdes es el programa que promueve la educación y la gestión ambiental en las escuelas, desde el aprendizaje y las acciones concretas, para el abordaje de la problemática ambiental en el aula. A través del tiempo, la iniciativa se consolidó como un modelo de política pública que acompaña a las escuelas en su trayectoria ambiental.
Escuelas Verdes se propone alentar a los/las jóvenes a ser protagonistas del cambio cultural necesario para consolidar las bases de un futuro más sustentable, justo y diverso. Para ello propone materiales y herramientas (en formato presencial y virtual) para el estudio e investigación de la temática. Aún estamos a tiempo de «hacer las paces» con nuestro planeta. Hay que continuar y profundizar lo conseguido, y alentar una nueva forma de vida con una mirada ambiental.
