En este inicio de actividades continuamos homenajeando a quienes hicieron posible nuestro sistema educativo. Aportaron sus ideas, su trabajo, sus proyectos, su vida entera por los niños y jóvenes.
Cecilia Grierson nació en Buenos Aires en 1859. A lo largo de su vida tuvo una intensa actividad docente. Se graduó de maestra normal en 1878 en la escuela Normal N.° 1 «Pte. Roque Sáenz Peña». En su etapa de alumna intervino como vocal en la comisión creadora de la sociedad Biblioteca Estímulo Argentino, cuyo fondo inicial estuvo formado con donaciones de las propias alumnas y de los docentes. Integró el Consejo Nacional de Educación desde 1892 hasta 1899, en el marco del cual viajó a Europa trayendo al país ideas innovadoras para el sistema educativo.
En su informe “Instituto para ciegos” (El Monitor de la Educación Común, Año XX, N° 328. Buenos Aires, junio 1900), señala que:
«En ciencias naturales, como en la enseñanza toda, predomina el método objetivo, y para esto cada instituto trata de formarse un museo más o menos completo…» (p.411)
«Con el deseo de ver realizada esta fundación tan necesaria [la de un instituto modelo en nuestro país], sobre bases verdaderamente a la altura de los progresos mayores de la época, es que me he propuesto contribuir con la experiencia que he adquirido en mi viaje por Europa, donde he visitado y estudiado muchas instituciones que serían útiles en nuestro país y fácil implantar entre nosotros.» (p. 416)
En 1889 se recibió de medicina en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires convirtiéndose en la primera médica argentina. Posteriormente dictó cursos de nivel universitario entre 1904 y 1905.
Fue profesora de Anatomía en la Academia de Bellas Artes, de Gimnasia médica en la Facultad de Medicina, de Ciencia doméstica en el Liceo Nacional de Señoritas N.° 1. Impulsó el estudio de la puericultura y se dedicó a la educación de niños ciegos, sordomudos y discapacitados.
Promovió la creación de escuelas e instituciones educativas, como la Escuela de Economía doméstica y la Sociedad de Economía doméstica (establecimiento precursor de la Escuela Técnica del Hogar). También escribió numerosos libros y publicaciones sobre medicina y educación, pudiéndose mencionar entre ellos Educación Técnica de la Mujer de 1902.
Por su extensa trayectoria educativa y por su compromiso con los distintos niveles de enseñanza, desde el Programa Huellas de la Escuela recuperamos su valioso legado.
«Esta escuela es obra de muchos, todos los que han actuado y de todos los que actuamos en ella.» Rosario Vera Peñaloza.