«La directora de una modesta escuela del distrito 7. °, señorita Albertina V. Pons, inspirándose en la idea lanzada a la publicidad por el doctor Sisto, y llena de fe y confianza en sus propias fuerzas y en la bondad de la obra, vence la indiferencia de unos, interesa a los más y allegando los recursos necesarios, el 5 de octubre de 1904 reparte la primera copa de leche en las escuelas. ¡Honor a la señorita de Pons por haber sido la iniciadora de tan benéfica institución, llamada a marcar rumbos nuevos a nuestra escuela, con el concurso que aportan las numerosas familias que con tanta espontaneidad y entusiasmo, se presentan a fundar asociaciones similares, cuyo número aumenta cada día».
Con estas palabras el doctor Adolfo Valdez que era director del Cuerpo Médico Escolar en 1907 celebraba la incorporación de la Copa de Leche durante la jornada escolar. (El Monitor de la Educación Común (julio 31 de 1907) La copa de leche en las escuelas públicas).
La escuela Presidente Roca (Libertad 581) en 1908 implementó como experiencia piloto la Copa de Leche para los cursos diurnos. Con el objetivo de distribuir la leche y que los alumnos pudieran beberla tibia, la Escuela contaba con equipo moderno que consistía en un sistema de distribución de agua caliente por cañerías en forma de serpentina radiante que se elevaba en paralelo a la pared y tenía delante los vasos de leche. Así a la hora del recreo largo todos los vasos se mantenían calientes y los alumnos podían aprovecharla con la temperatura adecuada. (Education- Arts. 20/11/2017. Un edificio que materializa los ideales educativos).
La institución de la Copa de leche acercó a los maestros y familias en torno al cuidado de la salud del alumno. «Este es el ideal de la escuela primaria, ella y el hogar necesitan la unión, que da fuerza y vigoriza el trabajo que se complementan, para realizar la obra grande de la civilización; esa hermosa unidad, será la lección constante para el niño, probándole que de la unión nace la fuerza, capaz de resolver los problemas más arduos y complicados, y realizar las obras más importantes», así lo expresó la directora Amalia Torrá con motivo del establecimiento de la Copa de Leche en la Escuela Infantil N. ° 13 del Consejo Escolar 7 según la nota publicada en El Monitor de la Educación (El Monitor de la Educación Común. 31 de julio de 1907. La Copa de Leche).
El suministro de leche caliente se implementó en las escuelas basándose en evidencias científicas y en el seguimiento médico del estado de salud de los alumnos. Se entendía que mejoraba el rendimiento intelectual y recomponía las energías. En el informe presentado en 1933 al ministro de Instrucción Pública, el Consejo Nacional de Educación decía «Para luchar contra la hipo-alimentación de los escolares se dispone además de las instituciones llamadas la Copa de Leche o la Miga de Pan, que sostienen las beneméritas Sociedades Cooperadoras de las escuelas, cuya constitución el Consejo fomenta. Cerca del 40 % de la población escolar de la Capital recibe en las escuelas una copa de leche o un panecillo. Sin pretender que estas obras resuelvan de por sí el problema de la insuficiente alimentación de los escolares, es indudable que ayudan al niño a sobrellevar las tareas del aula. Por otra parte la precaria alimentación de los niños, comprobada en las encuestas realizadas por el Cuerpo Médico Escolar, ha merecido preferente atención de las autoridades escolares y así nacieron en el año 1927, los seis primeros Comedores para 300 escolares cada uno y que en el momento actual son 22, esparcidos por los barrios más pobres de los suburbios, que funcionan durante todo el año, pues el Consejo ha resuelto recientemente que continúen abiertos en los meses de vacaciones. Ellos permiten dar un almuerzo completo de tres platos a 6.600 niños, los que sumados a los 2.500 que se benefician en las Escuelas al Aire Libre, hacen un total de 9.100 a quienes se les proporciona alimento que no podrían recibir en sus pobres hogares». (Educación Común en la Capital, Provincias y territorios Nacionales. Informe presentado al Ministro de Instrucción Pública por el Consejo Nacional de Educación. Año 1933. El Monitor de la Educación Común).
Huellas de la escuela auspicia el estudio de los documentos y publicaciones escolares donde encontramos las huellas de las obras y el pensamiento que conforman nuestro patrimonio histórico educativo. El conocimiento y la interpretación de los idearios y los hechos ocurridos nos permite elaborar nuevas interpretaciones para los aconteceres actuales.