Encuentro de miradas II

La muestra podrá visitarse desde el 3 de septiembre hasta el 23 de octubre en las salas del museo.

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Ser artista no es una elección, sino un destino inexorable para quien ha sido señalado por la vocación artística. Y en ese destino va la vida a cada instante, porque cada obra comienza, se desarrolla y madura mucho antes de materializarse, a partir de las experiencias vitales del artista y el universo de relaciones entabladas con su comunidad y su tiempo.

Para que una obra suceda, confluyen aspectos que van mucho más allá de las cuestiones inherentes a técnicas o lenguajes específicos. Las obras también se construyen en el diálogo con la historia, en la puesta en cuestión de lo establecido, y en los encuentros de miradas capaces de nutrirse mutuamente.

Precisamente un encuentro de miradas, es el origen y devenir de la exposición que ahora presentamos. Afortunado encuentro de un importante conjunto de destacados artistas argentinos contemporáneos, que en la diversidad se potencian y enriquecen.

Encuentro de miradas II

Esta feliz confluencia de creadores tan aparentemente disímiles no respondió a programas preestablecidos, ni a postulados artísticos comunes. Tampoco fue consecuencia de la necesidad de dar respuesta a problemáticas compartidas, ni de la coexistencia en ámbitos académicos o institucionales. Sucedió, como muchas de las más valiosas experiencias artísticas, en el informal ámbito de un café de Buenos Aires, y en el periódico rito de encuentros que fueron consolidando una sabia trama configurada por iguales partes de arte y vida.

Así comenzó una de las más interesantes experiencias de nuestro campo cultural actual: el ejemplo de artistas capaces de poner sus reconocidas trayectorias individuales, al servicio de iniciativas conjuntas que nos invitan a indagar las razones de un vínculo tan fuerte como sostenido en el tiempo, capaz de sobrevolar grandes diferencias conceptuales, estilísticas y técnicas. Y sin ánimo de comprender lo inabarcable, acaso podemos aventurar que aquello en común que los une, es ni más ni menos que la última e irreductible verdad del arte (y de la vida): una incesante y sincera búsqueda de calidad, arraigada en el culto a la honestidad, el trabajo, la sensibilidad y el conocimiento del oficio elegido.

Celebramos recibir en el MBQM este encuentro de miradas tan ricas como diversas, deseando que, como tantas veces lo ha hecho el arte, señalen rumbos posibles para sociedades como la nuestra, cada vez más necesitadas de encontrarse y crecer en (gracias a) la diferencia.

Víctor G. Fernández - Director MBQM