Este microbosque es una pequeña porción de bosque que reúne características del Monte Blanco: la selva ribereña del Río de la Plata y el Bajo Delta. Se trata de un ecosistema único, denso y húmedo, donde conviven diferentes especies que protegen las orillas, regulan el agua y resguardan gran diversidad de flora y fauna.
Está compuesto por 200 ejemplares de más de 20 especies nativas ribereñas y la selva marginal para regenerar el suelo y atraen a aves e insectos para incrementar la biodiversidad urbana.
El espacio se organiza en forma circular con cuatro canteros (uno central y tres que complementar su circunferencia). En dos de ellos se abren pequeños parches plantados con Ingá y Yerba de Bugres –especies hospederas de la mariposa Bandera Argentina– que funcionan como ventanas naturales hacia el lago. Estos claros se convierten en senderos y espacios de descanso.
Rol del microbosque
Protegen el agua filtrando contaminantes, regulando la humedad y previniendo la erosión.
- Aportan frescura reduciendo la temperatura y generando sombra.
- Atraen fauna como mariposas, aves y polinizadores.
- Conectan con la naturaleza ofreciendo un espacio de contemplación, juego y aprendizaje.
¿Cómo crece un microbosque?
Se desarrollan de manera acelerada gracias a la plantación densa de especies nativas. En pocos años alcanzan la altura y densidad de bosques maduros que, de manera natural, tardarían décadas en formarse.
Este proceso imita la regeneración natural de los ecosistemas, favoreciendo la cooperación entre plantas, la mejora del suelo y la llegada de fauna silvestre.