La historia del Parque le dejó como herencia un patrimonio arquitectónico sumamente atractivo. Hablamos de la Antigua Casona de los Olivera y del antiguo Tambo, que hoy en día constituyen el Complejo Cultural “Chacra de los Remedios”. Lejos de ignorar la riqueza de su historia, el Parque Avellaneda encontró la forma de articularla con las corrientes y prácticas culturales y artísticas contemporáneas.
La oferta cultural se divide en las distintas dependencias que integran al complejo: el Centro de Arte Contemporáneo, el Centro de Capacitación Ambiental, el Centro de Producción Cultural y el Centro de Artes Escénicas. Éstos se reparten entre los dos edificios insignia del Parque.
La Casona es la sede del Centro de Arte Contemporáneo. La diversidad de expresiones y lenguajes del arte contemporáneo (pintura, video, textil, objetos, fotografía, instalaciones, esculturas, digital) se combinan, en este espacio, con las formas artísticas y arquitectónicas del siglo XIX, características de la Casona.
Funciona también como Centro de Producción Cultural, ofreciendo una gran variedad de cursos y talleres y como Centro de Capacitación Ambiental. En este último, se dictan cursos de jardinería, bonsái, huerta orgánica, energías renovables, y otro más que tienden a fortalecer la conciencia ecológica.
El Antiguo Tambo, que por la década de 1910 se iniciaba en la producción de lácteos para abastecer a la zona, hoy es el hogar del Centro de Artes Escénicas y sus distintas compañías teatrales. La especialidad de la casa: el teatro callejero. Paseando por los senderos del parque es posible encontrarse, de repente, frente a una dramatización a cargo de los actores que se forman en este espacio.
Bajo los árboles y entre los senderos también se emplazan las 37 obras que conforman uno de los conjuntos escultóricos al aire libre más importantes de la ciudad y materializan la esencia del parque: la articulación entre arte, cultura y naturaleza.