Karu nace inicialmente en un laboratorio cuando investigaba el desarrollo de TILEX, un biomaterial en base a la celulosa producida durante la fermentación de la Kombucha. Luego la idea de producir la bebida decantó con el objetivo de crear una fábrica sustentable en la que “todo lo que sale del fermentador puede transformarse en productos saludables y eco-amigables.
Durante la fermentación la mayor parte del azúcar es metabolizada convirtiéndola en una bebida natural, baja en calorías y muy deliciosa. Es efervescente, ligeramente ácida y posee todo el sabor y aroma del blend de té base. Al ser no pasteurizada aporta
microorganismos que contribuyen con el desarrollo de la microbiota intestinal.