Buenos Aires es una ciudad dinámica y compleja, por donde se mueven 6 millones de personas todos los días y circulan 10 mil colectivos, 1.6 millones de autos y 37 mil taxis. Por eso, promovemos la movilidad sustentable y diseñamos políticas para darle prioridad al transporte público (que hoy eligen 8 de cada 10 personas), incorporamos constantemente nueva tecnología y aplicamos herramientas y políticas que optimicen la convivencia en las calles de Buenos Aires.
Los medios de transporte representan una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero y gases tóxicos, por lo que estamos convencidos de que es fundamental ahondar en el estudio de alternativas que busquen reducir su impacto sobre el medio ambiente y en la salud de la población urbana.
El Plan de movilidad limpia contempla:
- La desaceleración del crecimiento del parque automotor, es decir que haya menos autos. Esto se logra mejorando el transporte público y promoviendo la movilidad compartida.
- La incorporación de combustibles limpios o la restricción al diésel de alto azufre. Esto genera un efecto inmediato y generalizado, porque afecta al total de los vehículos en circulación al mismo momento.
- La incorporación de tecnologías limpias en vehículos de alto grado de utilización como los colectivos, camiones y utilitarios livianos.
- La mejora de la eficiencia energética, es decir consumir menos combustible para realizar la misma distancia.
¿Qué estamos haciendo en la Ciudad?
Debido a que el mundo de la industria automotriz se está reconvirtiendo a lo eléctrico, en la ciudad avanzamos con un plan piloto de colectivos eléctricos y evaluamos el potencial de electrificación de la flota de colectivos de la ciudad y las posibles estructuras de financiamiento de esta tecnología. Además, estamos realizando pruebas piloto con energías limpias como el GNC y el biocombustible puro.
Al tratarse de tecnologías nuevas y sustentables, es muy importante conocer su viabilidad operativa, económica y ambiental en condiciones reales de operación, por eso se realizan estas “pruebas piloto”.
Actualmente en la ciudad se encuentran circulando:
2 buses eléctricos: ambos en la línea 59.
2 buses propulsados a GNC: uno en la línea 50 y otro en la línea 132.
2 buses propulsados a biocombustible: uno en la línea 91 y otro en la línea 132.
Estos vehículos de transporte público de pasajeros circulan por el recorrido original de cada línea.
Con la evaluación de los resultados, esta experiencia podrá derivar en la adopción de este sistema dentro de un plan a mayor escala en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Plan piloto de buses eléctricos
Algunos beneficios de los colectivos eléctricos es que son ecológicos, no necesitan de combustible para funcionar y no emiten gases contaminantes, por lo que mejoran la calidad del medio ambiente. Además, no emiten ruido por lo que colaboran en la reducción de la contaminación auditiva. El uso de la electricidad es más eficiente y económico que el del combustible tradicional, y sus motores son más potentes y económicos por lo que requieren de un menor costo de mantenimiento.
La prueba piloto en la ciudad se trató de una colaboración público–privada, ya que el sector privado es quien financió esta prueba piloto. En primer lugar, contó con el incentivo del gobierno nacional, quien redujo el costo de importación y es quien subsidia la demanda durante la prueba piloto. La ciudad, por su parte, se encargó de la construcción de una cámara en las cabeceras de las líneas para que la distribuidora correspondiente coloque la estación transformadora de electricidad.
La empresa argentina Colgas participa de este plan piloto con dos buses de Yutong, de origen chino, que otorgó en comodato a la línea 59, que une Barracas con Vicente López, y que ya prestan servicio desde el 16 de mayo de 2019.
Plan piloto de buses propulsados a GNC
Desde agosto de 2019 se sumaron a la flota de colectivos porteños dos unidades propulsadas con motores a gas natural comprimido (GNC) con el propósito de evaluar su viabilidad técnica, operativa, económica y ambiental que, previa evaluación de los resultados, derive en la adopción de un plan a mayor escala.
Esta experiencia se lleva adelante con la línea de colectivos 50 (que une el trayecto entre la Terminal de Ómnibus de Retiro y el barrio de Mataderos). El chasis y el motor a GNC de este colectivo fueron producido por la empresa argentina Agrale, que financió toda la operación. La restante unidad es de la marca Scania, que fue importada desde el Brasil y funciona en la línea 132 (que une la estación Terminal de Retiro y el Cementerio de Flores).
Ambas unidades de transporte fueron homologados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y obtuvieron la habilitación correspondiente a través de Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
Plan piloto de buses propulsados a biocombustibles
Desde marzo de 2019 las líneas 91 y 132 sumaron a su flota de colectivos una unidad cada una de biodiesel (B100), con el objetivo de evaluar su viabilidad técnica, operativa, económica y ambiental. Los buses que funcionan con biocombustible, cabe recordar, reducen las emisiones de C02 y en el caso del B100 (100% biodiésel) emite aproximadamente un 80% menos de g CO2/km (gramos/km). Además el combustible B100 es un recurso natural renovable que proviene de aceites vegetales o grasas animales.