Los conjuntos habitacionales fueron pensados como respuesta para el déficit habitacional. Se desarrollaron en la Ciudad de Buenos Aires como reflejo de las medidas implementadas en el país y en el resto del mundo.
En la Ciudad existen conjuntos habitacionales conformados por edificaciones que han sido gestionadas desde el Instituto de Vivienda a través de los años. Los primeros fueron construidos por el Estado principalmente entre los años 60 y 90.
Actualmente, el IVC cuenta con un programa de regularización dominial para los habitantes de los conjuntos urbanos.
A través de la modernización de procesos y relevamientos de unidades listas para escriturarse, se trabaja sobre todos los complejos urbanos en los que el IVC tiene competencia.
El programa de regularización dominial da respuesta a la situación irregular de varias familias, asistiéndolas e incentivándolas para que tengan efectivo dominio de su vivienda.
Escriturar implica que los beneficiarios pasan a ser legítimos dueños de su vivienda. Con la escrituración, se adquirie un derecho real, en contraposición a un derecho personal que era el que tenían hasta el momento de la escritura.
Asimismo, el hecho notarial incrementa casi al doble el valor de la propiedad, que ingresa al mercado inmobiliario.
El inmueble pasa a ser patrimonio del titular del documento, por lo que en el futuro pueden heredarlo sus descendientes y, a la vez, les permite exigir a los prestatarios de servicios.