A través de una propuesta educativa que tiene al arte del dibujo como protagonista, el concurso Mi árbol, un mural logró concienciar un año más a niños y niñas de toda la ciudad acerca de la importancia de la preservación ambiental. La pieza ganadora, un diseño realizado por la alumna de primario Priscila Oriana, cobró vida este mediodía en forma de mural en Parque Chacabuco.
“Ellos embellecen el paisaje, nos dan oxígeno y son refugio para los pájaros. ¡Cuidalos!”, es el mensaje que la joven autora, del Colegio Armenio Arzruni, plasmó en su obra junto al dibujo de un árbol con copa en forma de corazón, de portentoso tronco, que alberga sobre sus ramas a un pajarito rodeado de un colorido entorno natural, con aves y mariposas revoloteando a su alrededor bajo un sonriente sol.
La Dirección General de Arbolado y Espacios Verdes junto al Programa Escuelas Verdes convocan cada año a escuelas de Nivel Inicial, a partir de sala de 4 años, y primer ciclo de primario a sumarse al certamen. “Trabajamos para promover día a día una mayor conciencia ambiental y difundir el valor ecológico, social y paisajístico de nuestro ecosistema urbano”, señaló Julia Domeniconi, secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal del Gobierno porteño. “Nos enorgullece la participación de tantos chicos y chicas que compartieron sus dibujos en representación de los beneficios que aportan nuestros árboles para la vida de los y las ciudadanas”.
Trabajamos para promover día a día una mayor conciencia ambiental y difundir el valor ecológico, social y paisajístico de nuestro ecosistema urbano, Julia Domeniconi.
Foto: Dibujo ganador, obra de la alumna de primario Priscila Oriana
La pieza ganadora de Mi árbol, un mural contó con un total de 761 votos de vecinos y vecinas que formaron parte de la actividad como jurado. En un acto celebratorio, la Ciudad entregó este viernes un diploma de reconocimiento a la joven ganadora, que estuvo acompañada de sus padres.
“Estoy muy contenta. Me inspiré en la naturaleza, me generó felicidad dibujar un árbol y pensé en mi mamá, que me enseñó a hacer muy lindos corazones. Gracias a ella hice las hojas en forma de corazón. Y con los pájaros pensé en un refugio, el árbol es como su casa”, contó la joven de 9 años. Mientras observaba el trabajo de la muralista, Priscila también expresó: “Siento una felicidad inmensa, porque ella usó colores muy parecidos a los míos y quedó hermoso.
“El dibujo quedó igual”, dijo. Su mamá, Alicia, contó que la familia suele frecuentar Parque Chacabuco. “Vivimos a diez cuadras y, de media estación a verano, usamos mucho la pista de atletismo, caminamos, trotamos. Este parque es hermoso”. A sus palabras, la ganadora del concurso, emocionada al ver su obra en el mural del recinto, agregó: “A veces voy a otro parque al lado de mi casa, pero ahora este es mi preferido”.
A su lado, la muralista Yamila Gómez, más conocida como Chini, daba los últimos retoques a la pintura sobre la pared. “Siento mucha emoción en el sentido de que me imaginé yo siendo chiquita y que hubiese un dibujo mio hecho mural en una plaza. Además, el mensaje que Priscila logró me encantó porque coincide mucho con mi estilo de vida. la importancia que ella le dio a los árboles, que dan oxígeno, y el mensaje de que hay que cuidarlos, con signos de admiración. Me sentí muy identificada”, manifestó la artista plástica, autora de esta nueva obra urbana de siete metros de ancho por cuatro de alto.
Foto: Representantes de la comunidad educativa, Escuelas Verdes y autoridades celebraron la iniciativa
La Dirección General de Espacios Verdes y Arbolado también hizo entrega de una selección de plantas del vivero de la ciudad y diplomas a las 10 escuelas que encabezaron el ránking de los dibujos más votados. En total, más de 23 escuelas formaron parte de la iniciativa, con más de 500 estudiantes.
Foto: Otro de los diseños participantes en el certamen
“Estamos muy contentos porque ésta es la tercera edición de un concurso a través del cual impulsamos generar concientización en niños y niñas sobre el cuidado y la preservación de los recursos naturales. De esta forma, ellos pudieron manifestarse artísticamente sobre lo que para ellos significa un árbol, el árbol de su cuadra, de su escuela, del parque donde juegan a diario. El árbol como la primera puerta de contacto de un niño con la naturaleza, que lo acompaña en su cotidianeidad, en su juego, en su vinculación con el entorno”, remarcó Lucía Ferrari, directora general de Espacios Verdes y Arbolado.
El concurso consta de tres etapas. En primer lugar, los alumnos realizan las piezas gráficas después de recibir la consigna de los maestros de las instituciones educativas. En base a sus interpretaciones, los pequeños dan rienda suelta a la imaginación y confeccionan las obras, a través de las cuales se busca reflexionar desde una edad temprana sobre la importancia de los árboles en el medio ambiente. En una segunda instancia, un jurado elige tres trabajos finalistas contemplando la pertenencia y creatividad, la presentación y el contenido. Finalmente, son los vecinos de la Ciudad quienes eligen la pieza ganadora mediante un sistema de voto electrónico.
El dibujo ganador se reproduce luego a gran escala en un mural que realiza un artista plástico en un espacio verde situado dentro de los límites de la comuna donde se ubique la escuela a la que asiste el alumno o alumna ganador/a.
Foto: Otro de los diseños presentados a la convocatoria 2022
Mi árbol, un mural es una iniciativa que resalta la importancia y el valor de las superficies arboladas en contextos urbanos y el rol de los árboles a la hora de favorecer la diversidad biológica, la absorción de partículas contaminantes y la captación de dióxido de carbono, entre otros beneficios.
El Programa Escuelas Verdes destaca la importancia de educar a las nuevas generaciones para la construcción de un futuro más respetuoso de todas las formas de vida y en armonía con la naturaleza. Bajo este propósito, la iniciativa promueve la plantación de árboles para revalorizar los espacios verdes urbanos, y fomenta proyectos ambientales que permitan a los estudiantes conectar con el entorno que los rodea. En los últimos tres años, más de 9.283 estudiantes plantaron 3.052 ejemplares de diversas especies en distintos puntos de la Ciudad.
“Nos encontramos frente a una crisis global climática y es nuestra responsabilidad educar a las nuevas generaciones para formar ciudadanos que colaboren en la construcción de un futuro más respetuoso de todas las formas de vida y en armonía con la naturaleza” señaló Angélica Gómez Pizarro, Gerente Operativa de Educación para la Sustentabilidad en el Ministerio de Educación. y remarcó: “con esta iniciativa buscamos promover la plantación de árboles para revalorizar los espacios verdes urbanos, mitigar los efectos del cambio climático y fomentar proyectos ambientales que permitan a los estudiantes conectar con el entorno que los rodea y ser protagonistas en la acción climática”.
El concurso reunió en sus dos ediciones anteriores a 1.200 alumnos de 50 escuelas, que presentaron sobre un millar de piezas gráficas. Las obras ganadoras en 2020 y 2021 ya fueron trasladadas a sus respectivos murales en Parque Las Heras, en Palermo, y la Plazoleta Comisión de la Vivienda, en el barrio de Flores.
Buenos Aires, ciudad verde
Según el último censo de arbolado, realizado entre 2017 y 2018, en Buenos Aires hay unos 432.000 árboles, de los cuales cerca de 370.000 se ubican en veredas. Dentro del ranking de las especies más numerosas destacan el fresno rojo americano, el plátano, el tilo, el jacarandá y la tipa.
A través de Arbopedia, el portal de los árboles de la Ciudad, los vecinos y vecinas porteños pueden conocer las distintas especies que habitan el territorio urbano. Además, cabe señalar que la Ciudad obtuvo en el año 2020 el reconocimiento Tree Cities of the World, patrocinado por Arbor Day Foundation y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Se trata de un programa que resalta la labor de las ciudades del mundo que se comprometen con el cuidado y desarrollo de su arbolado urbano a partir de un trabajo profesional y con estándares específicos de gestión.
Foto: Acompañada de sus padres, la ganadora del concurso recibió su diploma