Open House - Buenos Aires, es el famoso evento que reúne a los apasionados por el urbanismo y la arquitectura de la Ciudad. La propuesta consiste en que un fin de semana, se abren las puertas de los edificios más emblemáticos, cuyo valor arquitectónico, patrimonial y cultural es tan alto que no suelen estar abiertos al público. Por esto, Open House resulta una oportunidad única para explorar toda las historias que hay detrás de esas sagradas paredes.
Sin embargo, las opciones que ofrece el evento no solo son edificios antiguos e históricos: mostrar el futuro y los nuevos abordajes urbanos de las ciudades también forma parte de su catálogo. Así es como Open House también resulta en una excelente oportunidad para conocer, al detalle, los procesos de integración y urbanización de los barrios populares.
Por esta razón, el Barrio Mugica (ex villa 31) fue una de las sedes, invitado especialmente como una prueba del éxito de estos procesos. La propuesta en este caso consistió en revelar todos los avances de obras vinculados al nuevo espacio público de Bajo Autopista, a las mejores en las condiciones de habitabilidad para los vecinos y vecinas, los programas de mejoramiento de vivienda y las construcciones de viviendas nuevas en el predio de YPF.
Caminando por Islas Galápagos, Puma o Calilegua - los nombres formales de las calles del barrio-, los 35 visitantes fueron testigos de que la integración social, urbana y económica ya es una realidad. Tuvieron la oportunidad de verlo y de escucharlo de la voz de tres vecinas que abrieron las puertas de sus casas y de sus vidas para contar sus experiencias. La primera, fue Natalín, una de las 1.790 familias beneficiaría del programa de Mejoramiento de Viviendas. Luego Gladys y Antonieta, dos vecinas que recordaron cómo era vivir debajo de la Autopista Illia, y cómo su vida dió un vuelco de felicidad cuando, junto a su familia, se mudaron a sus nuevos hogares.
