Pichanal es una ciudad del noreste de Salta, en el departamento de Orán, ubicada muy cerquita de la la punta de la "bota" que dibuja la geografía de la vecina provincia de Jujuy. Según el INDEC, en 2001 contaba con más de 18 mil habitantes. Allí nació hace 21 años Macarena Yurquina, una joven que hoy llama la atención en Buenos Aires por su vocación de progreso, su empuje con los estudios y su capacidad para sortear las complicaciones.
Llegó hace dos años decidida a seguir la complicada carrera que le dará el título de contadora. En la Ciudad encontró refugio en la casa de familiares y desde allí poder hacer la base para avanzar con los estudios. Hoy le faltan tres materias para completar el CBC y comenzar a cursar las materias específicas en la UBA.
"La pandemia complicó un poco la cursada en el CBC porque no tuvimos clases presenciales por un buen tiempo", recuerda. Ella no aflojó y siguió adelante con convicción.
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"Yo soy una personal antisocial, como que me cuesta relacionarme con otras personas, sobre todo si no las conozco", confiesa Macarena. Esa timidez comenzó a ceder cuando se inscribió como voluntaria de un Centro de Salud de la UBA y tuvo que aprender a trabajar en equipo. "En el colegio eso no se hacía -dice- yo estaba acostumbrada a hacer las cosas por mí misma, me costaba decir ¿te ayudo? o aceptar que otra persona me ayudara a mí. Esa experiencia me ayudó a disminuir mi timidez".
El otro desafío que se le presentaba era conseguir un trabajo que le permitiera costearse los estudios. A través de la página en Facebook de BA Joven estudió Programación y conoció "Programá tu futuro" y "Expo Empleo Barrial". Llenó el formulario y se inscribió.
Una vez inscripta, Macarena se presentó en la Expo y tuvo una primera entrevista grupal en la que le explicaron todo el proceso. Aprovechó para repartir currículums en todas las empresas que pudo. Al poco tiempo la llamaron para una entrevista personal con uno de los encargados de la empresa Tea Connection.
Y desde hace tres meses trabaja en local de Palermo. Todo el proceso fue muy rápido y ella no puede creer que ya esté trabajando: "Llegar a Buenos Aires fue mucho para mí. Allá en Salta es muy difícil conseguir un trabajo", se lamenta. "Me gusta mucho lo que hago. Es lindo porque formamos en equipo y esto me ayuda a desenvolverme mejor en las tareas", describe.
La pichanalense habla con el acento de su provincia natal aunque ya ha adoptado algunos modismos de la lengua porteña. Valora mucho la flexibilidad de los horarios que tiene en su primer empleo en la Ciudad, de otra manera le sería imposible combinar trabajo y estudios. "Podemos trabajar a la mañana, a la tarde o a la noche. Los horarios se pueden adaptar a los que tenemos para estudiar. Además podemos pedir días por estudio cuando viene algún examen. Ellos se acomodan y eso está buenísimo".
"Esto me sirve mucho para mi carrera y también para la vida misma", insiste y recomienda el programa para aquellos que buscan empleo y no lo consiguen.
"Le diría a la gente que está pensando en anotarse y duda en inscribirse, que vaya, porque es una oportunidad muy grande", concluye Macarena.
