La esperanza de vida de las personas crece continuamente a nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la cantidad de personas mayores se duplicará entre los años 2000 y 2050. Y que para mediados de este siglo, una de cada cinco personas será mayor de 60 años.
Por lo que es importante aprender a envejecer de una manera distinta, resaltando la importancia de realizar actividad física, de estimular el cerebro y de disfrutar de la vida fomentando las relaciones sociales con los pares y con otras generaciones. Así como también fomentar la autonomía y la independencia de los más grandes.
En 1999, la OMS definió el Envejecimiento Activo como “el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen". Por lo que no es solo trabajo de la persona mayor, es también necesario que se cambie la forma de percibir el envejecimiento y a los Adultos Mayores, ayudando a eliminar los estereotipos negativos de la vejez. Además, conlleva el trabajo de adaptar los entornos para un mejor desarrollo y esparcimiento de los más grandes, realizando modificaciones en distintas áreas para que se adecuen a sus necesidades.
Los pilares del Envejecimiento Activo son la participación (Asegurarse de que los Adultos Mayores sigan contribuyendo a la sociedad de manera activa y productiva), la salud (Garantizar más años de vida, con mejor calidad) y la seguridad (Garantizarle la protección integral a los Adultos Mayores).
No todos envejecemos igual, estamos afectados por distintos determinantes, como el entorno físico, económico y social, y por determinantes transversales como el género y la cultura. Además, hay Adultos Mayores que necesitan de asistencia diaria para realizar las actividades cotidianas.
¿Cómo lograr un envejecimiento activo y saludable? ¿Cuáles son los beneficios?
Una alimentación saludable ayuda a evitar enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, sobrepeso u obesidad, y algunos tipos de cáncer. Además, mejora la función del aparato digestivo, evitando problemas asociados al envejecimiento.
Realizar actividad física ayuda a mitigar los cambios que se producen en el cuerpo, retrasando la dependencia y aumentando la autonomía. Fortalece los músculos esqueléticos, el corazón y aparato respiratorio. Ayuda a prevenir la osteoporosis (aumenta la densidad ósea) y compensa las consecuencias de la Sarcopenia (pérdida de masa y fuerza muscular). Realizar actividad física nos ayuda a prevenir caídas y a mejorar el peso. Debido a que liberamos endorfinas cuando nos ejercitamos, se mejora el humor y el sueño.
Ejercitar la mente (Estimulación cognitiva), no solo favorece la salud física y psicológica del Adulto Mayor. También favorece el desempeño autónomo y funcional en las actividades de la vida diaria, conservando la capacidad intelectual y compensando los cambios que se producen con la edad. Además, mejora la memoria y lo mantiene conectado con la familia y con la sociedad.
Fuentes: Dr.Carlos Martino - Matrícula N° 73077.
Lic. en Gerontología María Paula de Leonardi.
OMS. Envejecimiento activo: un marco político. http://ccp.ucr.ac.cr/creles/pdf/oms_envejecimiento_activo.pdf.