Se recibió de Ingeniero Industrial en 1972 en la Universidad Católica de Tucumán. Pintó desde pequeño y siempre fue autodidacta. Una vez concluidos sus estudios universitarios, toma la decisión de dedicar su vida al arte. Inició su primer viaje por el mundo cambiando su perspectiva sobre lo que deseaba experimentar y expresar. Adquirió un estado de búsqueda y de libertad de expresión que jamás abandonó.
“Quiero llegar a pintar cuadros que establezcan una comunicación inmediata, una compresión que se extienda y refine durante toda una vida, como un interminable relato siempre renovado. Probablemente sea el arte uno de los pocos medios que nos quedan para comprobar el filo de nuestro entendimiento en este mundo regido por la velocidad y la eficiencia, que nos limitan el experimentar, saborear o simplemente ser.” Juan Vallejo
En Francia recibió la influencia de la artista tucumana María Simón y de Jacques Lassainge, Conservador en Jefe del Museo de Arte Moderno de París, quien hizo posible el contacto de Juan con pintores de elevada jerarquía en la escena parisina.
Vallejo emplazó su estudio en su casa de San Pedro del Colalao, un pueblo situado al noroeste de la Provincia de Tucumán. Lo convirtió en su refugio incontaminado donde eligió tener una vida de pleno contacto con el arte.
La obra de Juan está signada por una profunda indagación filosófica y espiritual. El análisis profundo de símbolos cotidianos solo puede ser llevado a cabo por espíritus elegidos. Utiliza con valentía materiales dispares obligándolos a conversar magistralmente entre ellos. La voluntad de usar elementos tercamente nativos junto con números y abstracciones conceptuales nos muestran su capacidad de profundización. El artista establece conexiones a través de hilos que se entrecruzan obstinadamente sosteniendo parte de la historia.
Creó varias Series entra las que se encuentran la serie “Planos para arribar a los Ultraconceptos”, “Estudios a propósito de nuestra Bandera” y “Cumbres”, entre otras.
