A partir de 1974 pueden registrarse dentro de la historia del arte argentino composiciones que aluden no sólo a la violencia de Estado sino también a la nueva metodología impuesta por el mismo como fue la desaparición forzada de personas.
El presente trabajo se propone analizar los recursos utilizados por los artistas locales para representar estos acontecimientos, teniendo en cuenta que los mismos debían eludir a la censura operante en esa etapa, especialmente luego de la instalación de la última dictadura en el país.
El corpus de obras refiere a la violencia que se inscribe en los cuerpos individuales para concluir en el cuerpo social. A través de las tendencias realistas del momento los plásticos argentinos apelaron a un “realismo distanciado o elusivo” para la representación de estas nuevas metodologías empleadas por el Terrorismo de Estado. Esas estrategias consistieron el empleo de las categorías de género artísticos tradicionales, la simulación de viejos álbumes de fotografías y los objetos ausentes de sus poseedores, todas ellas con contenidos alusivos a la represión dominante.
En este sentido el Salón “Manuel Belgrano”, organizado anualmente por el Museo “Eduardo Sívori”, presenta un carácter paradojal, ya que fueron exhibidas y premiadas en los certámenes de 1975, 1981 y 1982 piezas que referían al sistema represor y criminal que actuaba desde el Estado en el citado período.
Silvia Marrube es Licenciada y Profesora en Artes, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Buenos Aires. Magister en Arte Argentino y Latinoamericano, IDAES, Universidad Nacional de General San Martín. Estuvo a cargo del Area de Investigación del Museo hasta 2019. Ha participado en diferentes congresos, conferencias y publicaciones sobre arte argentino contemporáneo.