Desde los años 60, el frenesí por la conquista del espacio alentó fantasías extraordinarias, el desarrollo cientificista proveniente de telescopios, rayos X, radiografías expandió visualidades, la masividad de la radio y el alcance televisivo en la vida cotidiana junto a distintas innovaciones electrónicas ampliaron el universo de imágenes y sonidos, el rol de la mujer y su representación atravesó por una serie de cambios decisivos, como una mayor presencia en el mercado laboral, aumento de profesionales universitarias y la aparición de nuevos métodos conceptivos.
En este conjunto de obras se puede ver cómo la línea del dibujo se atiborra, se acurruca, ocupa y despliega sobre la superficie ocupando el soporte, en su mayor parte, hasta los límites.
Configuraciones topográficas de grandes urbes como también reminiscencias paisajísticas y cortes estratificados de la tierra se suman a un imaginario virulento y sensual sobre lo micro y lo macro, donde las representaciones similares a lo celular se emparentan con lo cósmico.