En la gélida mañana de otoño del 25 de Mayo de 1906, en la localidad de Belgrano, entre un grupo de amigos integrantes de una comparsa carnavalesca y concurrentes habituales de la esquina de Monroe y O ́Higgins, surgió la idea de formar un club de fútbol. Defensores de Belgrano Foot-Ball Club, fue el nombre dado a este último y su finalidad compartir las tardes de ocio practicando el nuevo deporte en la llamada “Quinta de Oliver” (luego Plaza Chacabuco y finalmente Plaza Alberti), un terreno baldío que se encargaron de acondicionar.
El mismo, primera cancha del naciente club estaba ubicado entre las calles Nahuel Huapi, Arcos, Guanacache (Roosevelt). y O ́Higgins, muy cerca de las vías del ferrocarril. La primera Sede Social provisoria del Defensores de Belgrano FBC, se situó en el local de O ́Higgins y Monroe, la carnicería de los hermanos Pasquale.
Si bien relatos orales, no confirmados en las Actas del Club, cuentan de una primera casaca de color celeste con vivos rosas, que eran los colores de la comparsa, de inmediato oficializó los colores actuales ROJO Y NEGRO a bastones verticales para su casaca. Los mismos se habrían originado en los ideales socialistas y anarquistas, respectivamente, de los primeros defensoristas, y perduran hasta la actualidad, con diferentes diseños.
En 1912, Defensores de Belgrano comenzó a participar en el fútbol oficial, más precisamente en la Segunda División de la recientemente creada Federación Argentina de Football. Hacia 1910, la Municipalidad de la Ciudad decidió remodelar la entonces Plaza Chacabuco, lo cual obligó a la mudanza del campo, a los “lejanos y anegadizos terrenos de Núñez” (que le darían el nombre a su rival), lugar donde persiste desde entonces. Existen dos versiones de cómo se consiguió el predio actual:
1) gracias a las exitosas gestiones del señor Beron de Astrada, ante las autoridades municipales, se logra que se le otorgue al club un terreno donde se realizaban importantes eventos.
2) el Baron Demarchi, Director de Paseos, fue quien ofreció una fracción de terreno.
La Municipalidad había dejado en la calle Blandengues (Av. del Libertador), las gradas de madera que fueron empleadas como tribunas en el desfile militar de los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo. Esos tablones se constituyeron en las primeras y precarias tribunas del campo, así como en los vestuarios, que transformaron aquel espacio abandonado en un campo de fútbol.
Durante el amateurismo, disputó Defensores los memorables clásicos de Núñez, frente a Platense, siempre a cancha llena. Con la creación de la Asociación Argentina de Fútbol a fines de 1934, Defensores pasó a formar parte, junto a los otros equipos amateurs, de la Segunda División del fútbol argentino.
El apodo de Dragón, surgió de parte de Hugo Arbona, un dibujante técnico y publicitario hincha del club, que optó por dicho animal en 1983.
Hoy día, Defensores de Belgrano, transformado en único representante futbolístico del Barrio de Núñez, atraviesa uno de sus momentos sociales y deportivos más importantes en toda su historia, con su primer equipo de fútbol masculino participando en la máxima categoría del ascenso y otro femenino en la Primera División.