Lunes 12 de Mayo de 2014

Bendito goleador

Rodrigo Contreras es el 9 del Club Papa Francisco, equipo que participa de la Liga de Luján. Cuenta las penurias del día que lo probaron, la historia de la estampita, el gol milagroso y un desenfrenado deseo por conocer a Su Santidad. El audio de la entrevista en Laoncediez.

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Rodrigo Contreras, de 22 años, cree en milagros. Futbolista apasionado, al igual que tantos, sueña con triunfar y que su camiseta número 9 recorra las portadas de todos los diarios del mundo. Pero también al igual tantos, su carrera se encontró en una nebulosa que lo llevó, sin escalas, a un estado de incertidumbre profesional, según él mismo contó en el programa Nadie Duerme, de Laoncediez.

Rodrigo venía de ser goleador y campeón en un club de Moreno, pero no llegó a un acuerdo para la renovación de su contrato, pese a ser algo así como “el terror” de los arqueros rivales.

Su padre, más fanático de la redonda que él, una mañana le mostró la tapa del diario Olé, en la que se anunciaba la creación del Club Papa Francisco, integrante de la Liga de Luján.

“Llamá, llamá…” insistió Contreras Padre. Y Rodrigo primero contactó al presidente del equipo, Jorge Ramírez, quien de inmediato lo contactó con el técnico para acordar una inmediata prueba.

“Ya me conocían porque me había ido bien en Moreno. Llegó el día de la prueba y todo fue una tortura… Me pasaron las mil y una. Yo soy de Laferrere, por la mañana trabajo en una zapatería y calculé mal el tiempo. Conclusión: llegué muy tarde. Un amigo mío, para colmo, había dicho que iba a ir a probarse y no fue. Después no encontraba la tarjeta Sube… Igual me fui y en el tren un señor me acercó una estampita del Papa, que desde ese día me acompaña a todos lados y sé que no puede faltar. De hecho en este momento la tengo en mi mano.”

Más curioso fue lo que le pasó a Contreras en medio de un partido. El mismo lo cuenta: “En una jugada común y corriente, en el primer tiempo, fui a disputar una pelota dividida y un compañero hizo una chilena con tanta mala suerte que chocamos. Me pegó con el botín en el labio. Caí desvanecido, pero al minuto reaccioné bien. Terminó el primer tiempo, me limpiaron con la gotita y seguí. A los 5 minutos del segundo tiempo, metí un gol y lo curioso es que no sé muy bien cómo fue la jugada. Me contaron mis compañeros cómo lo hice. Después del gol salí porque no me sentía bien.”

¿Si soy católico? Bastante, aunque no voy todos los domingos a misa. Me hace bien ir…”, cuenta.

Repite, a modo de confesión: “Vive acá, después de salir campeón, de manera voluntaria. Y sé que estoy en el lado correcto.”

Y para cierre, un deseo compartido: “Con mis compañeros esperamos un llamado de Francisco.”
 

Audio

Entrevista a Rodrigo Contreras en Laoncediez