Buenos Aires Circular: finalizó la Mesa de Residuos de Transporte

El jueves 21 de septiembre se realizó la 2da reunión de la Mesa Temática de Residuos de transporte, la cual validó los lineamientos generales y propuso cursos de acción para 2024. 

Esta 2ª mesa contó con la participación de la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos (AAVEA); Fabricantes de Baterias VZH; INTI caucho; Regomax; Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires; Asociación Reconstructores de Neumaticos (ARAN); CORADIR; CAVEA FECOBA; Unigoma; Unionbat y la consultora La Ciudad Posible, quien participó como facilitador. 

Del GCBA, estuvieron presentes la Agencia de Protección Ambiental (APrA), la Dirección General de Reciclado y Economía Circular y la Secretaría de Transporte y Obras Públicas. 

Dio la bienvenida a los participantes Luz Ledesma Clavell (PM de Economía Circular), y estableció el objetivo principal: validar los lineamientos y avanzar en las primeras acciones hacia 2024. 

Guadalupe Cabrera, de La Ciudad Posible, hizo mención de los 3 lineamientos: valorizar las baterías fuera de uso, valorizar los neumáticos fuera de uso (NFU) y promover el consumo eficiente de energía. Este último es transversal a todos los sectores económicos, con lo cual el foco sería puesto en los primeros dos. También mencionó los mecanismos habilitadores que surgieron del primer encuentro, entre ellos, el financiamiento, el marco regulatorio, el desarrollo de oportunidades, vinculación y redes, y casos inspiradores. 

A continuación, los participantes se dividieron en 2 grupos según los lineamientos de interés. Cada grupo debatió y acordó internamente las acciones prioritarias para 2024. 

Los referentes de cada grupo expusieron sus opiniones: Luz Ledesma, referente del grupo de valorización de NFU, mencionó que la flota de vehículos pertenecientes a la Ciudad, al momento de renovar los mismos, deben contar con la gestión ambientalmente adecuada, sea reciclándolos o a través de algún otro tipo de tratamiento. Esto viene acompañado con la creación de un registro de operadores que traten y valoricen los NFU, formalizando el sistema y dejando bien en claro los destinos finales posibles para los mismos. Por último se hizo hincapié en los cambios para la ciudadanía restableciendo puntos en CEAMSE para que los usuarios puedan llevar sus NFU. Estas sugerencias se pensaron cara a 2024, de cara a 2028 se pensó en cuestiones que tengan que ver con la educación y concientización, la incorporación de un registro de grandes generadores de NFU, para luego fiscalizarlos en APrA. Por último, se mencionó la importancia de una norma de responsabilidad extendida del productor (REP) pero formalizando el circuito de los NFU desde el generador, hasta el transportista y el operador, sea cual sea su valorización final. Por el otro lado, que los generadores cuenten con cartelería obligatoria para que los ciudadanos estén informados de las actividades con las que cuenta ese establecimiento y qué hacen con los NFU.

Para el segundo grupo, de valorización de baterías, hicieron énfasis en que la informalidad es el problema principal dentro de este rubro. Propusieron establecer un código QR que te permita conocer todo el ciclo de vida de las baterías para poder tener una trazabilidad adecuada de la misma, desde su producción hasta su valorización en una institución habilitada. Contar con una plataforma de trazabilidad donde se declaren los compradores de las baterías, los precursores químicos con las que cuenta e instituciones habilitadas a tratar esa batería. Por el otro lado, mencionaron la posibilidad de incorporar una Ley de responsabilidad extendida del productor (REP), la posibilidad de llevar a cabo simposios que tengan que ver con la gestión responsable de las baterías (a través del ISC), programas para difundir desde APrA que tengan que ver con el circuito formal del reciclado de las baterías y los beneficios que presentan con el objetivo de que se consuma de manera responsable las baterías. Un punto interesante que destacaron fue que la batería tiene un mínimo de desempeño y de seguridad (calidad), con lo cual no todas las baterías tienen destino de segunda vida, por lo tanto el tratamiento de las mismas es esencial, pero que hay un vacío legal muy grande para poder poner en funcionamiento plantas de tratamiento que reciban baterías de litio, ya que al finalizar su vida útil, se descarta como residuo peligroso.