Anteriormente conocido como Chorisia insignis, es una especie de la familia Malvaceae.
Recibe varios nombres vulgares: palo botella, palo barrigudo, yuchán, palo borracho de flor amarilla, chemlhokw en idioma wichí.
Es originario de Argentina, Paraguay y Bolivia. En Argentina se encuentra en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Formosa, Chaco, especialmente en el nivel inferior de la selva de las Yungas y de la zona de transición con el Parque Chaqueño. Puede presentar dos siluetas según el hábitat: en una es corto y retacón, de tronco globoso, mayor diámetro que altura, característico de los valles áridos del NO, y el otro, típico de las selvas húmedas, es esbelto, donde puede alcanzar 20 m de altura.
De tronco muy globoso en la base, corteza verde cuando es joven, luego grisácea en ejemplares viejos, con aguijones cónicos. Las ramas primarias disminuyen notablemente su diámetro en el extremo. Las secundarias son gruesas y cortas. Hojas con 5 folíolos anchos, se mantienen largo tiempo sobre la planta, casi hasta la aparición de la nueva foliación. Flores de textura cerosa color blanco cremoso con el centro castaño desde enero a junio, el fruto es una cápsula grande, oblonga, verde amarronado. A la madurez se abre por 5 valvas, dejando ver en su interior una fibra blanca semejante al algodón llamada paina, que rodea las semillas negras.
Es un árbol resistente a sequía, de rápido crecimiento, poco exigente en suelos, soporta heladas ligeras. Habita en sitios bien drenados. Usado en el paisaje urbano para arbolar plazas y parques, por su floración y silueta.
Forma parte del acervo cultural en leyendas y relatos del norte argentino: en una de ellas, los peces que libera Kijwel –y las aguas del río Pilcomayo- estaban encerrados primordialmente en el tronco de un descomunal “palo borracho” ubicado en el centro del mundo que los contenía a todos. El incumplimiento por parte de Kijwel de la normativa de cerrar la “tapa” de dicho contenedor al ir a comerse un pescado, determina con el desborde de sus aguas y de los peces.
La paina de sus frutos es aprovechada en su sitio de origen como relleno de almohadas, cojines, colchones, y también como aislante térmico y acústico. En algunos países, también se usa como combustible. La madera es blanca, blanda y muy liviana, sirve para almacenar agua en épocas de sequías. Los diferentes grupos indígenas que viven en la zona del Chaco utilizan este árbol para hacer canoas, artesanías y otros objetos de uso diario; las fibras se utilizan para hacer cuerdas; de la corteza se extraen tinturas, entre otros usos.