Comer frutas y verduras; beber mucha agua; limitar el consumo de grasas, sal y azúcar; lavarse bien las manos al preparar alimentos y antes de comer. Estos son algunos consejos para lograr una alimentación saludable.
Los alimentos proporcionan los nutrientes fundamentales para estar sanos y desarrollarse plenamente. Una alimentación excesiva o desbalanceada puede ocasionar distintos problemas y trastornos, que pueden prevenirse teniendo en cuenta los aportes de cada tipo de alimento y las cantidades recomendadas.
Además, una alimentación saludable es fundamental para que niños y niñas puedan desarrollar todo su potencial de crecimiento y aprendizaje. La alimentación debe ser completa y variada: incluir todos los grupos de alimentos y diversidad dentro de cada grupo.
Es importante que niños y niñas consuman diariamente:
Al menos dos frutas y dos porciones de verduras (una de ellas cruda).
Una porción de cualquier tipo de carne (vaca, cerdo, pollo, pescado), retirando la grasa visible.
De 2 a 3 tazas de leche, preferentemente fortificada con hierro.
Cuáles son y qué aporta cada grupo de alimentos
• Cereales (granos, harinas y panificados) y legumbres. Aportan hidratos de carbono, que son una importante fuente de energía. • Frutas y verduras son ricas en vitaminas, minerales y fibra. • Leches y sus derivados (quesos, yogurt) aportan calcio. • Carnes y huevo brindan hierro y proteínas. • Grasas y aceites aportan energía, ácidos grasos esenciales y algunas vitaminas. • Azúcar y dulces dan energía pero no aportan sustancias nutritivas.
Algunas sugerencias:
Tomar un desayuno completo que incluya lácteos, cereales y frutas.
Beber abundante agua (evitar jugos y gaseosas artificiales).
Limitar el consumo de alimentos con alto contenido de grasas, sal y azúcar (como papas fritas, chizitos, palitos, fiambres, hamburguesas, salchichas y golosinas).
Lavarse bien las manos antes y después de preparar alimentos, y antes de comer.
Destinar más tiempo a juegos y actividades deportivas, ayuda a mantener una buena salud.