Miércoles 27 de Septiembre de 2023

Conociendo el humedal verde más grande de la Ciudad

Más de 2.000 estudiantes de la Ciudad de Buenos Aires recorrieron el Reservorio del Arroyo Cildáñez en una visita educativa guiada destinada a docentes y estudiantes que aprendieron sobre las Cuencas Hídricas de la Ciudad.

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Reconocer e identificar cuáles son los efectos de nuestras acciones diarias sobre el ambiente y generar conciencia a través de la educación son factores clave para vivir en un planeta más sustentable. En particular, el cuidado del agua por parte de la comunidad es un compromiso vital. Por esto, y con el fin de promover acciones responsables, el Programa Escuelas Verdes, en articulación y con el apoyo del Plan Hidráulico de la Ciudad, dependiente de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas del Gobierno de la Ciudad, realizó una serie de visitas guiadas al Reservorio Cildáñez situado sobre el Arroyo homónimo, un curso de agua en el sur de la Ciudad de Buenos Aires que es parte de la Cuenca Matanza Riachuelo.  

En esta visita educativa guiada participaron 2.422 estudiantes de 51 escuelas, sumando un total de 65 visitas escolares durante el corriente año. El espacio hoy se encuentra abierto para vecinos ya que funciona como un paseo autoguiado a través de postas en las que se pueden explorar y conocer más sobre la flora, la fauna, los arroyos y cuencas de la Ciudad, el ciclo del agua, las soluciones basadas en la naturaleza y la adaptación al cambio climático.  

El Reservorio es un espacio verde que genera dos beneficios. Por un lado, retiene el agua evitando así las inundaciones y, por otro, permite recuperar un paisaje natural nativo que resulta de fundamental importancia para el sur de la Ciudad. Por la forma en que fue creado, cuenta con diversas plantas nativas propias de esta zona que sirven de alimento y refugio para aves e insectos como mariposas y abejas. 

visitas

Su historia se remonta a varias décadas atrás. A inicios del siglo XX, a orillas del Arroyo Cildáñez, había muchos mataderos que vertían allí sus residuos, pero esta situación cambió en la década de los años 60 cuando comenzó la limpieza y el entubamiento del arroyo. Se hicieron trabajos de lim­pie­za del cau­ce, pre­pa­ra­ción y ni­ve­la­ción de ca­lles para lograr entubar el curso de agua y, en esa década, se impulsó una ley en la Ciudad que prohibía los vertidos de residuos industriales sin previo tratamiento. Años después se creó este reservorio natural, que es un humedal que ayuda a regular las crecidas de agua del Arroyo Cildáñez y que en ocasión de inundaciones colaboraría en la mitigación de sus efectos. Además, algo destacable de este reservorio es que poco a poco fue recuperando la biodiversidad nativa hasta el estado actual de conservación.

Es de vital importancia el rol que cumplen estas áreas verdes en materia de educación ambiental, ya que representan una oportunidad para la conexión directa de estudiantes y docentes con la naturaleza y promueven los valores que hacen al cuidado del ambiente. Es importante destacar que el Reservorio es un espacio pensado con relación al agua que tenemos a nuestro alrededor y que forma parte del ecosistema de la Ciudad, un lugar único que es responsabilidad de todos proteger.

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