Miércoles 11 de Mayo de 2016

Cuatro esculturas nuevas embellecen el Barrio Chino

Con ayuda del Gobierno de China, se colocaron estas cuatro piezas históricas para su país.

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Ademas de ser una zona comercial, el Barrio Chino sigue con su proceso de cambios y en esta oportunidad se inauguraron cuatro esculturas que fueron donadas por el Gobierno de China a través de su embajada en nuestro país.

Participaron del evento el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, el embajador de China en Argentina, Yang Wanming, el vicejefe de Gobierno Diego Santilli, el Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, Eduardo Macchiavelli, y el diputado Yuan Jian Ping.

“Estas esculturas nos ayudan a potenciar la cultura china, es algo lindo que hacemos desde la Ciudad para seguir manteniendo esta combinación cosmopolita que hace fantástica a Buenos Aires”, expresó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Por su parte, el embajador de China en Argentina, Yang Wanming declaró “Estamos muy agradecidos al gobierno porteño por el apoyo y facilidades ofrecidas a la comunidad china que hoy ha logrado un nuevo desarrollo”.

Finalmente, Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, manifestó “Estamos muy orgullosos de tener estas cuatro esculturas características de la cultura china en este barrio, y seguir construyendo una Ciudad mejor y más integrada con todos los vecinos”.

Dos de las nuevas esculturas representan al Dragón Celestial y están ubicadas en la calle Arribeños, entre Juramento y Mendoza, y las otras dos se refieren a los Leones de Fu y se encuentran en Arribeños, entre Mendoza y Olazábal.

Los Leones de Fu o de Buda

Estas esculturas están ubicadas una frente a la otra, cada una pesa 3.500 kilos, mide dos metros de alto, y fue hecha en una sola pieza de jade blanco. Dentro de la concavidad de sus bocas tienen una pelota tallada que se mueve, y, según la tradición, tocarla trae buena suerte.

En la cultura china, los Leones de Fu son animales míticos que tienen su origen en la tradición budista. Son guardianes poderosos que suelen encontrarse en la entrada de templos budistas, palacios y tumbas imperiales. También se los conoce como perros de la felicidad o perros celestiales y representan cualidades como el valor, la sabiduría y la energía positiva.

Los seguidores del Feng Shui los asocian además con la vigilancia, la honestidad y la protección de los más débiles y le prestan mucha atención a la forma en la que son ubicados. Es muy raro que no se encuentren en pareja.

Dragones del Cielo

Estas esculturas son de mármol rosa, cada una pesa 3.500 kilos, miden dos metros de alto y también están ubicadas uno frente al otro.

Los Dragones del Cielo son los máximos exponentes de la tradición china que representan el dominio de los cuatro elementos –tierra, aire, fuego y agua- y aportan vida y poder mediante las estaciones del año: traen agua con la lluvia, calor con el sol, viento con los mares y tierra para el cultivo.

Según la creencia popular, los dragones vigilan, protegen, dan seguridad en el hogar, atraen la buena fortuna, están muy relacionados con el agua y se cree que gobiernan los cuerpos de agua en movimiento, como cascadas, ríos y mares.