En un mundo donde la urbanización se ha convertido en el paradigma predominante, es muy importante reconocer el papel crucial que desempeñan los árboles en las ciudades. Aunque esto no es nada nuevo, ya las civilizaciones antiguas en el Medio Oriente, Egipto, China, y Grecia comprendieron la necesidad de incorporar árboles en sus asentamientos para crear entornos más agradables para vivir.
El 28 de junio, el Día Internacional del Árbol, es una ocasión propicia para reflexionar sobre la importancia de estos seres en el entorno urbano. Los árboles y los bosques urbanos no sólo embellecen nuestras ciudades, sino que también contribuyen significativamente a su salud y bienestar. Su presencia mejora la calidad del aire al filtrar el polvo y los gases nocivos, y proporcionan oxígeno vital para nuestra respiración. Además, actúan como reguladores térmicos, ofreciendo sombra durante los días calurosos y reduciendo el frío en invierno. En el contexto global, los árboles desempeñan un papel fundamental en la mitigación del cambio climático y en la prevención de desastres naturales como las inundaciones.