Con la participación de más de 40 vecinos, autoridades y referentes del sector público y comunitario, se desarrolló una nueva edición de Dialogando BA, centrada en la problemática creciente de la ludopatía, especialmente en entornos digitales.
El encuentro tuvo lugar en la sede de la ONG Raíces, en Villa Lugano, y fue organizado por el Gobierno de la Ciudad, junto al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y organizaciones barriales. La jornada incluyó exposiciones de especialistas y mesas de diálogo ciudadano en un clima de participación activa.
“El objetivo de la iniciativa fue visibilizar los riesgos del juego compulsivo y construir de manera colaborativa estrategias conjuntas de prevención, contención y tratamiento”, resaltó César Torres, secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano porteño.
Matías Kornetz, director general de Políticas Sociales en Adicciones del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, destacó la urgencia de abordar la ludopatía como una problemática que afecta cada vez más a niños y adolescentes mediante un trabajo conjunto entre el Estado, las escuelas y los clubes.

En la misma línea, Gabriel Battistella, subsecretario de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria del Ministerio de Salud, remarcó que el juego patológico es un tema de salud mental que atraviesa edades, clases sociales y contextos, con consecuencias físicas, emocionales y sociales.
Matías Andrés Defferrari, coordinador del Centro de Estudios de Consumos Problemáticos, señaló la necesidad de un enfoque integral, basado en la prevención, la inclusión y el fortalecimiento de la autoestima. Por su parte, Maximiliano Letto, director en Lotería de la Ciudad, reveló que el 80% del juego online en Argentina es ilegal y alertó sobre la creciente exposición de menores a estas plataformas.
En las mesas de diálogo se compartieron experiencias, propuestas y preocupaciones. Entre los temas destacados surgió que el juego compulsivo afecta a personas de todas las edades: jóvenes que buscan pertenecer, adultos en crisis económica o emocional, y adultos mayores que encuentran en el juego un refugio ante la soledad.
Los indicadores de alarma más frecuentes incluyen aislamiento social, irritabilidad, uso excesivo del celular y cambios bruscos de conducta. Frente a estos signos, se subrayó el rol fundamental de la familia, las escuelas y los profesionales de salud para una detección temprana.
Las propuestas surgidas del debate incluyeron una mayor regulación sobre la publicidad de juegos y apuestas, campañas de concientización dirigidas a jóvenes y adultos, formación tecnológica para adultos responsables, sistemas de control parental efectivos y el acceso ágil a líneas de ayuda, centros de salud mental y redes de contención comunitaria.
La jornada cerró con un fuerte consenso sobre la necesidad de estrategias articuladas entre lo público, lo comunitario y lo familiar, que partan desde la infancia y contemplen el entorno digital como eje central. En este sentido, Dialogando BA sigue consolidándose como una herramienta de escucha y participación ciudadana para mejorar las políticas públicas desde el territorio.