Miércoles 15 de Abril de 2015

"Dios confió a la tierra la alianza del hombre y de la mujer"

Fue la frase del Papa durante la audiencia general, continuando con su catequesis sobre la familia. Recorrió la plaza San Pedro en el jeep blanco para saludar a los miles de fieles y peregrinos provenientes de todas partes del mundo.

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“La tierra se llena de armonía y de confianza cuando la alianza ente el hombre y la mujer se viven en el bien. Y si el hombre y la mujer la buscan juntos entre ellos y con Dios, sin dudas la encuentran. Jesús nos anima explícitamente al testimonio de esta belleza, que es la imagen de Dios”, expresó el Santo Padre, en la audiencia general, continuando con su catequesis sobre la familia que hoy dedicó a la diferencia y la complementariedad entre el hombre y la mujer.

En una mañana primaveral el papa Francisco llegó a la plaza de San Pedro, que recorrió en el jeep blanco para saludar a los miles de fieles y peregrinos provenientes de todas partes del mundo que esperaban exultantes el paso del Pontífice.

Cuando ingresó a la explanada, grupos folclóricos medievales de Italia, lo recibieron con trompetas y redobles mientras hacían flamear sus banderas. “Dios confió a la tierra la alianza del hombre y de la mujer: su fracaso vuelve árido el mundo de los afectos y oscurece el cielo de la esperanza. Las señales son ya preocupantes y las vemos”, advirtió el Obispo de Roma en su catequesis, y señaló que “me pregunto si la así llamada teoría del género no sea también expresión de una frustración y de una resignación, que tiene en vista borrar la diferencia sexual porque no sabe más confrontarse con ella”.

Al respecto consideró que de esta manera “corremos el riesgo de hacer un paso hacia atrás. La remoción de la diferencia de hecho, es el problema, no la solución. Para resolver su problema de relaciones, el hombre y la mujer tienen en cambio que hablarse más, escucharse más, conocerse más, quererse más. Tiene que tratarse con respeto y cooperar con amistad. Con estas bases humanas, sostenidas por la gracia de Dios, es posible proyectar la unión matrimonial y familiar para toda la vida”.

Sobre la crisis del matrimonio, Francisco se pregunto “si la crisis de fe en el Padre no estará relacionada con la crisis de la alianza entre el hombre y la mujer. De aquí nace la responsabilidad de la Iglesia y de todos los creyentes de descubrir nuevamente la belleza del diseño creador de Dios, que imprime también su imagen en el vínculo del hombre y de la mujer”.

Fuente: Aica