Martes 01 de Julio de 2014

El deseo cumplido de Cristofer

Tiene 12 años y arrastra una dura enfermedad que disminuye las funciones de su cuerpo. Boliviano y fanático del fútbol, le habían ofrecido ir a ver el Mundial, pero prefirió tener un encuentro con el Papa, a quien le regaló una pelota del club de sus amores, Bolívar.

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Un nene boliviano que tiene una enfermedad que disminuye las funciones de su cuerpo y fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas -entre ellas un trasplante de médula- prefirió cambiar un viaje al Mundial Brasil 2014 por conocer al Papa Francisco y compartir con él un momento.

Cristofer, de 12 años, participó el pasado lunes 23 de junio de la misa matutina que el Santo Padre celebra en la capilla de la Casa Santa Marta. Al finalizar la Eucaristía, el chico, acompañado de sus padres y de su hermano, pudo saludar al pontífice, que lo bendijo y aceptó el regalo que Cristofer le traía: una pelota de fútbol del club de sus amores, el Bolívar. El conjunto de La Paz enfrentará el mes próximo a San Lorenzo, el equipo del que el Papa es fanático.
 


Foto: Aica
 

La iniciativa de visitar al Santo Padre fue una sorpresa para su familia y para la fundación que desde hace algunos años ayuda al pequeño en su tratamiento y que ha logrado que el niño viaje a los Estados Unidos para someterse a intervenciones quirúrgicas.

La historia de Cristofer fue dada a conocer por el obispo castrense de Bolivia, monseñor Oscar Aparicio, durante una entrevista radial. El niño rechazó la propuesta de viajar a los Estados Unidos para visitar el parque de diversiones de Disney o ver un partido de la Copa del Mundo.

“Fue un golpe emocionante - expresó el obispo-. Eso es para nosotros una muestra de fe, de fidelidad, de aprecio a la Iglesia y del ministerio petrino, fue algo muy lindo”. La fundación se puso en contacto con el prelado y con el nuncio apostólico en Bolivia, monseñor Giambattista Diquatro, quienes luego de algunas gestiones lograron que Cristofer visite al Papa.

Monseñor Aparicio indicó que el gesto del niño “llena de gozo y agradecimiento a un Dios que actúa en las personas y sobre todo conocer a este niño con esta profunda fe en una situación complicada de salud pero de verdad que renueva la fe y emociona grandemente”.
 

Fuente: Aica