El Gobierno porteño, a través de la Secretaría de Bienestar Integral, lanzó Escucha Activa, una iniciativa para abordar la soledad no deseada en personas mayores mediante el diálogo con operadores especialmente capacitados para conversar y dar a conocer las propuestas que la Ciudad tiene para ofrecer a los vecinos y vecinas de acuerdo a sus intereses o necesidades.
El programa funciona de lunes a viernes, de 8 a 20 horas. Los interesados pueden llamar al 147, desde la Ciudad, o al 0800-999-2727, desde cualquier lugar del país, y marcar la opción 5.
El principal objetivo de Escucha Activa es que las personas mayores reciban acompañamiento efectivo que las ayude a motivarse y estimularse, que se las pueda orientar ante determinadas situaciones y, fundamentalmente, que contribuya a reducir la sensación de aislamiento.
De acuerdo a la primera encuesta realizada post-pandemia por la Secretaría, el 70% de los porteños mayores de 60 años expresa haber tenido sentimiento de tristeza, mientras que el 56% lo hace de manera recurrente.
Con esta iniciativa, la Ciudad es la primera jurisdicción del país en poner en agenda de gestión las problemáticas asociadas al bienestar emocional de dicho grupo etario.
"El aislamiento social puede ser objetivo y subjetivo: sólo basta con sentirse solo. Desde la Secretaría instalamos este tema y fomentamos el acompañamiento físico, mental y social de las personas mayores en esta etapa. Construir una ciudad amigable implica estar cerca de quienes la habitan, fomentar la construcción de vínculos que generen comunidad y promover la salud y el bienestar en todos los ciclos de sus vidas", apuntó Sofía Torroba, subsecretaria para Personas Mayores.
¿Qué es la soledad no deseada?
La soledad no deseada ocurre cuando una persona percibe que sus vínculos carecen de la frecuencia, intensidad, intimidad y calidad que quisiera. Se trata de una sensación subjetiva de tener menor afecto y cercanía de lo deseado.
El aislamiento y la soledad constituyen una problemática frecuente en la sociedad, pero se presenta con más fuerza en las personas mayores, quienes representan aproximadamente el 25% de la población porteña, debido a que en esta etapa de la vida pueden aparecer cambios que alteran las relaciones afectivas, la composición del hogar y, sobre todo, la salud.