Avanzamos con las revisiones generales del material rodante, así ya son 74 los coches sobre los que realizamos estas tareas, que nos permiten mejorar la disponibilidad de flota reduciendo el índice de averías cada 100 mil kilómetros. Además, garantizan la calidad de las reparaciones realizadas y nos ayudan a confeccionar estándares de inspección para optimizar los procesos.
El paso a paso de las revisiones generales
En esta tarea, comenzamos desmontando las partes del coche para limpiarlas–bogies, carrocería, equipos, entre otras-. Tras una inspección, cambiamos o reparamos las partes dañadas y procedemos a pintarlas para luego regularlas.
En cuanto a electromecánica, chequeamos el comando de apertura y cierre de puertas, la iluminación, el instrumental, los comandos de cabina y la megafonía. En la parte neumática, revisamos cilindros y válvulas de puertas, comandos de freno y más.
También reparamos el interior de los coches: asientos, parantes y apoyamanos, revestimientos, matafuegos y escaleras de emergencia. Por último, pintamos los marcos y molduras de difícil acceso antes de plotear.
Las revisiones generales terminan con una serie de pruebas para asegurarse del funcionamiento correcto de puertas, avisos, señalizaciones de emergencia, alumbrado y ventilación. Además, realizamos pruebas de frenado y marcha blanca.