
En el marco de las actividades de verano de la Ciudad, la Dirección General de Desarrollo Familiar a través del programa “Familias en Movimiento” llevó a cabo un espacio destinado a todas las familias con el objetivo de abordar tres grandes problemáticas: la prevención de la obesidad, la comensalidad y el bullying.
El bullying es una forma de violencia sistemática que se da entre niños que comparten una institución recreativa o educativa. Para que exista bullying no alcanza solamente con la presencia de un agresor y una víctima, sino que es necesaria la participación de un grupo de observadores, testigos o cómplices y una intención de daño.
Se brindaron talleres donde se fomentó la reflexión y el diálogo sobre la comunicación no violenta y el fortalecimiento de los vínculos familiares. El objetivo principal fue propiciar la comunicación al interior de las familias, y entre las familias y las instituciones escolares o recreativas.

“Una comunicación responsable permite sortear las situaciones difíciles que pueden acompañar a una familia y restablecer la confianza”, explicó Etel Sinner coordinadora de Familias en Movimiento.
A través del testimonio de las familias y profesionales especializados en la temática, se puso en evidencia el sufrimiento que padecen todas las partes implicadas, tanto el agresor, como las víctimas de bullying y los testigos u observadores.
“Donde una persona la pasa mal todos la pasamos mal” fue el lema que se construyó a través del trabajo en los distintos talleres.
¡Agradecemos la participación de todas las familias y esperamos volver a encontrarnos el año próximo!
