De la familia de las Moráceas, su nombre anterior era Ficus monckii. El epíteto 'luschnathiana' recuerda a Bernhard Luschnath, colector de plantas en Brasil del siglo XIX. Con varios nombres vulgares según la distribución: higuera estranguladora, higuera brava, atrapapalo, higuerón, guapoí, yguapoí.
Nativo de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, en nuestro país se distribuye en las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe.
Árbol de gran porte que desarrolla una inmensa copa, puede alcanzar más de 15 m de altura, laticífero, con corteza grisácea, poco rugosa. De hojas alternas, simples, pecioladas, coriáceas, de nerviación pinnada muy visible. Es una especie monoica, con flores apétalas, unisexuales, dispuestas sobre un receptáculo cóncavo, globular, sólo visibles por un diminuto orificio apical. La polinización es realizada por pequeñas avispas del género Blastophaga. El fruto es un pequeño aquenio dentro de un receptáculo carnoso llamado sicono (infrutescencia generalmente llamada higo), amarillento a la madurez, esférico, utilizado para elaboración de mermeladas.
Es común encontrar al higuerón creciendo sobre otros árboles ya que sus semillas son comidas y dispersadas por diversas aves. En estos casos el higuerón pasa las primeras etapas de su ciclo vital como una planta epífita (no es parásita), desarrollando raíces aéreas que van envolviendo al árbol huésped, hasta alcanzar la tierra. Una vez que sus raíces llegan al suelo, se unen y fortifican convirtiéndose en un gran tronco que en su interior conserva los restos del árbol estrangulado. Puede crecer también sobre grietas en muros o techos. Bajo cultivo es estrictamente terrestre.
Sus hojas, siconos y látex se emplean en medicina popular como antiodontálgicos y como purgantes. Los frutos comestibles son sedativos. El látex contiene peroxidasas, ceras, resinas y caucho.
En el Jardín existen varios ejemplares, a veces creciendo sobre otros árboles, a veces mostrando en su tronco el soporte que le dio origen.