Soy mamá de tres hijos y me gustó siempre contarles nuestra historia, especialmente la de los lugares de Buenos Aires. Hay una que no es muy conocida y me encanta contar. La historia de la calle Florida.
En 1814, en el norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata, se desarrollaba una guerra contra los realistas, la Guerra de las Republiquetas. Santa Cruz de la Sierra había caído en manos de los realistas y había que recuperarla. Don Antonio Álvarez de Arenales era el jefe principal de todas las Republiquetas y estaba a punto de enfrentarse al poderoso ejército del realista don José Joaquín Blanco. La tropa de Blanco superaba en número a la de Arenales.
La zona era de monte cerrado con algunos descampados cerca del pueblo de La Florida y en las orillas del Río Piraí. Durante el combate, el ejército español fue sorprendido por las tropas de Ignacio Warnes que apoyaban a Arenales.
En la madrugada del 25 de mayo se desarrolló la batalla. Arenales fue herido, pero no de gravedad. Las fuerzas de Blanco fueron derrotadas y se replegaron en la plaza principal del pueblo de La Florida.
Warnes, que era corajudo como Arenales y como Blanco, se fue a la plaza central y llamó a Blanco ¡a los gritos! desafiándolo a duelo. Blanco aceptó y se batieron. Warnes resultó vencedor. Cuando llegaron a Buenos Aires las noticias sobre la victoria de La Florida, el Director Supremo, don Gervasio de Posadas, ordenó que la calle principal de la ciudad llevara el nombre de Florida en su honor.
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