Martes 11 de Diciembre de 2012

Historias de mi Comuna: Reserva ecológica Costanera Sur

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Avenida Tristán Achával Rodríguez al 1550

A pie, en auto o en tranvía miles de porteños se acercaban al lugar en busca de aire fresco en las tardes de verano y poder bañarse en las cristalinas aguas del Río de la Plata, hombres y mujeres separados por un espigón, según lo establecido en el reglamento de 1923.

El área se llenó de bares y confiterías por la gran cantidad de visitantes que llegaban al lugar, había grandes espectáculos de música y baile. Desde 1918 hasta 1950 miles de habitantes de la ciudad de Buenos Aires iban a la Costanera Sur para refrescarse y bañarse en el Balneario Municipal hasta que el deterioro de las aguas a causa de la contaminación decretó la decadencia del paseo.

Se han avistado ya al menos unas 250 especies de aves, 9 de anfibios, 23 de reptiles, 10 de mamíferos y 50 de mariposas.

En la década el 70, tras el abandono de los visitantes, el área comenzó a rellenarse con los escombros de las demoliciones realizadas para la construcción de autopistas, con el objetivo de ampliar el centro de la ciudad y construir allí el centro administrativo, pero finalmente, en 1984 este proyecto es abandonado al igual que estas tierras.

Con el paso de los años y por el ciclo natural de la vida, el área fue colonizada por diversos tipos de vegetales a partir de semillas presentes en el terreno que fueron diseminadas por el viento o transportadas por las aves. Esto favoreció a su vez el establecimiento de poblaciones animales al proporcionarles a las mismas refugio y alimento. Se han avistado ya al menos unas 250 especies de aves, 9 de anfibios, 23 de reptiles, 10 de mamíferos y 50 de mariposas.

En 1989, el área fue declarada Área de Reserva Ecológica Costanera Sur. Mas de 20 años después, miles de habitantes de la ciudad de Buenos Aires acuden al mismo sitio para disfrutar de un escenario diferente.

Donde antes estaban las aguas del Río de La Plata, se encuentra el mayor centro ecológico de la ciudad donde todos sus visitantes pueden aprender acerca de los beneficios que brinda la naturaleza y enterarse de qué manera se puede conservar el medio ambiente.

Es, además, un sitio que permite una experiencia singular y reparadora de la mente y el espíritu, opción saludable y cada vez más necesaria en una de las ciudades más pobladas del mundo.