El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, participó de la Ordenación Episcopal de los nuevos Obispos Auxiliares de la Arquidiócesis de Buenos Aires, que se celebró este sábado en la Catedral Metropolitana.
Junto al Ministro de Desarrollo Humano y Hábitat, Gabriel Mraida; el Secretario General, Fulvio Pompeo; y la Directora General de Cultos, Pilar Bosca; el Jefe de Gobierno presenció la ordenación del Monseñor Ivan Dornelles, Monseñor Pedro Cannavó y Monseñor Alejandro Daniel Pardo. Es un hecho poco habitual que el Papa nombre tres obispos para la misma arquidiócesis a la vez.
Durante la homilía, el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, les pidió que sean “obispos cercanos a la gente” y que “nunca dejen de ser hijos”.
“Por eso, queridos hermanos, sean obispos con raíces, obispos cercanos a la gente, pastores en medio del pueblo, afectivos, amigueros. No dejen nunca de ser hijos, amigos, vecinos. En definitiva, no se la crean. Pedro era hijo de Juan; ustedes son hijos de este pueblo que hoy con alegría los acompaña y los apoya en su sí”, agregó.
Finalmente, cerró: “En lo personal, permítanme decirles gracias por su sí y por sumarse a esta desafiante misión que Dios nos encomienda de pastorear a nuestro pueblo; gracias por su cariño, por su buen humor y por su entrega generosa”.
Tras la ordenación, García Cuerva designó a Dornelles a la Vicaría Episcopal de Devoto, Cannavó a la de Flores y Pardo a la de Centro.
