El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, a través de la Agencia de Protección Ambiental y diferentes áreas del Gobierno, desarrolló una serie de políticas ambientales que permitió evitar la emisión de 469.145 toneladas de dióxido de carbono equivalente (tnCO2eq) durante 2017.
Este número representa el 30% de la reducción prevista para 2020 en el Plan de Acción frente al Cambio Climático 2016-2020 (PACC) que propone una reducción del 10% del total de las emisiones proyectadas para ese año.
“Impulsamos políticas ambientales para mitigar los efectos del cambio climático. Realizamos grandes progresos en los sectores con mayor incidencia como es la energía, los residuos, el arbolado y el transporte” explicó Eduardo Macchiavelli, Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad.
En lo referido a energía, se desarrollaron diversos proyectos apuntados tanto a eficiencia energética (reemplazo de semáforos tradicionales y luminarias del alumbrado público por LED, y recambio de lámparas LED en autopistas urbanas); como en energías renovables (instalaciones fotovoltaicas en distintos lugares de la Ciudad, como en edificios públicos y el Metrobus). La reducción del sector ha sido de 28.965 tnCO2eq.
En adelante, se sumarán el recambio de luminarias en edificios públicos, el canje de lámparas de poca eficiencia por LED a los vecinos de barrios vulnerables, y la colocación de nuevas instalaciones fotovoltaicas. El objetivo es que para el 2019, la ciudad sea 100% LED.
La Ciudad también impulsa cambios en lo referido a la gestión de residuos a través Centro de Reciclado de la Ciudad y las medidas de separación en origen. Esto ha representado una reducción de 221.653 tnCO2eq. La plantación de nuevos árboles permitió que se redujeran 3291 toneladas más.
En el sector de transporte los planes se basaron en la extensión de la traza del Metrobus, de la red de subtes, de ciclovías y bicisendas; y el trabajo que se realizó en la mejora y el ordenamiento del tránsito. En este caso, la contribución del sector en la reducción de las emisiones es de 215.236 tnCO2eq.
En total, durante 2017 la reducción de emisiones ha sido de 469.145 tnCO2eq. En términos domésticos, para alcanzar ese volumen de emisiones se debería, por ejemplo, generar la energía necesaria para abastecer a 314.019 familias de la Ciudad de Buenos Aires durante todo un año.
La estrategia climática de la Ciudad comenzó a desarrollarse en 2010. Desde entonces, la reducción total de gases de efecto invernadero ha sido de 2.293.729 TnCO2eq. Para generar esa cantidad de gases, sería necesario el uso de 1.000 millones de litros de nafta en autos particulares: 28.600 camiones cisterna completamente llenos que, si se estacionaran uno detrás del otro, formarían una fila desde Capital Federal hasta Mar del Plata.
El sector con mayor preponderancia en el inventario de gases de la Ciudad corresponde a la energía que consumen los hogares (electricidad y gas), que representan el 30% de las emisiones totales de la ciudad. Ante esto, la implementación de acciones de ahorro y eficiencia energética por parte de los vecinos (utilizar el aire acondicionado en 24 grados en lugar de 23 o bajar 1 grado el termostato en invierno) inciden directamente en la reducción de emisiones y la mejora de la calidad de vida.
Consejos para reducir emisiones de gases de carbono - Separar los residuos, junto al compostaje. La descomposición de los desechos que se envían a relleno sanitario producen metano, uno de los gases que generan mayor incidencia en el calentamiento global. - Uso racional de la energía o Si todos los vecinos de Buenos Aires usan el aire acondicionado con un grado menos de potencia en verano (24 grados, en lugar de 23), las emisiones de toda la Ciudad bajarían un 3%lo mismo que con todas las políticas públicas juntas. o Si todos los vecinos de la Ciudad bajan un grado la temperatura de la calefacción en invierno, las emisiones de la Ciudad disminuirían un 2% en total.
¿Qué es el dióxido de carbono equivalente (tnCO2eq)?
El dióxido de carbono es el primer gas de efecto invernadero descubierto, el más presente en la atmósfera, y uno de los más persistentes en el tiempo. Se ha convertido en el indicador universal para medir las emisiones que generan cada ciudad o país. Es producido principalmente por la quema de combustibles fósiles (para vehículos, generación eléctrica, aviones, etc.) y por la tala y quema de bosques.
Otros gases como el metano o el óxido nitroso también tienen el potencial de generar un efecto invernadero, principal causa del cambio climático, pero en diferente medida. Por ejemplo, un kilogramo de metano (producido naturalmente por el ganado y la descomposición de residuos) tiene un potencial de calentamiento global 25 veces mayor al dióxido de carbono. El óxido nitroso (usado en la fabricación de fertilizantes y en automóviles modificados) 310 veces mayor.
Al convertir todos los gases a dióxido de carbono equivalente, en función de su potencial de calentamiento global, se los puede sumar y establecer así el inventario de gases de efecto invernadero (GEI) de, por ejemplo, la Ciudad de Buenos Aires