La celebración, una de las más importantes del calendario litúrgico ortodoxo, estuvo presidida por el Monseñor Santiago El Khoury y, por el lado del Gobierno de la Ciudad, estuvo presente la Directora General de Cultos, Pilar Bosca, quien subrayó la importancia de esta ceremonia.
“Desde la Dirección celebramos que todas las comunidades de fe puedan expresar sus creencias y tradiciones. Ello nos habla de la riqueza y diversidad tan característica de nuestra ciudad, que marca una manera y una impronta propia en las relaciones entre las distintas creencias religiosas en un ámbito de diálogo y encuentro.”
La Comunidad Ortodoxa en Argentina tiene una historia rica que se remonta a los inmigrantes que llegaron a principios del siglo XX. La primera comunidad organizada se estableció en Santiago del Estero y en Tucumán, y en 1923 se abrió un templo propio en Buenos Aires. La catedral actual, inaugurada el 24 de marzo de 1946, se ha convertido en sede episcopal de la arquidiócesis ortodoxa antioquena, que abarca todo el territorio argentino.
Ubicada en Av. Scalabrini Ortiz 1261, la Catedral se destaca por su arquitectura oriental y rica decoración interior, convirtiéndose en un espacio propicio para la tradición y cultura ortodoxa. Además de ser un lugar de culto, promueve el diálogo interreligioso, participando en iniciativas que fomentan la paz y la comprensión mutua entre diversas tradiciones.
Desde la llegada del arzobispo metropolitano Santiago El Khoury en diciembre de 2018, la comunidad ha trabajado para mantener viva su rica tradición, resaltando la importancia de compartir valores en un contexto plural y fortaleciendo sus vínculos institucionales e interreligiosos.
La Catedral Ortodoxa San Jorge simboliza no sólo el patrimonio cultural y religioso de Buenos Aires, sino que también sirve como un punto de encuentro para los fieles, promoviendo la convivencia pacífica y el entendimiento en una Ciudad caracterizada por su diversidad religiosa.